01 octubre 2009

Desterrados


Caballos salvajes, relinchos estremecedores

que encierran un profundo dolor.

Son prisioneros, mas no de cuerdas,

sino de su inmensa pena.

Están lejos del hogar,

la tierra huele a lejano,

páramos tristes y solitarios.

Expulsados por la mano de Dios,

y repelidos también por la de los hombres

que no vieron sus espíritus dulces y amorosos,

sensibles y necesitados de afecto.

Quizá por eso lo hizo Dios,

tal vez su lugar no estaba allí,

por eso los alejó de la que pensaban era su tierra

y los guió a otra.

Pero ellos no lo entienden,

la desesperación los embarga

y la soledad los oprime.

Si pudiera extender mi mano

y acariciar aquellos penachos,

con gusto lo haría,

porque tampoco creo que esta sea mi tierra.

3 comentarios:

  1. hola agalia......
    muy buen poema,de tu autoria me imagino!!!!!!
    gracias por pasarte por el pantano
    tenes razon chavela vargas es mexicana
    yo queria decir chabuca .......
    asi que el puente de lso suspiros esta cerca de tu casa!!
    sacale una foto asi lo conozco,porque esa cancion me inspira un filch/señora pince......
    para mi el pobre de filch es un squib traumado!!!!!!!
    beso
    fiona

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  2. nena!!!! que lindo poema, me emocione... me justa leer cosas asi cuando paso por momentoas asi!!! gracias por ayudar a levantarme el animo!! besos

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  3. Gracias, chicas.
    Fionita, ya habrás visto el video que te dejé en tu blog, apenas salga una historia me avisas, quiero ver a esa pareja paseando por el puente.
    Elwing, qué bueno que te gustó el poema, así se siente uno a veces, ¿no? Si te levantó el ánimo, yo soy feliz.
    Besos.

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