Hoy me uno a la fiesta organizada por Marcela, del Blog Colorín Colorado, que nos ha dado la oportunidad de recurrir al juego "Piedra, Papel o Tijera", ese tan divertido que usamos de niños, y al que estoy segura, muchos seguimos echando mano de vez en cuando.
Bueno, pues yo elegí el Papel, y no solo porque tengo una relación especial con este elemento por lo mucho que me gusta escribir, sino porque el papel es parte de nuestra vida; no existe nada que no se pueda hacer con papel, y quiero compartir con ustedes algunas hermosas obras de talentosos artistas que nos muestras cómo la imaginación no tiene límites, y que con esfuerzo, ganas y un elemento generoso, todo es posible.
Digamos que había una vez un escritor. Este hombre escribía en su siempre fiel máquina lo que podría ser un cuento, y tras dudar mucho, y deshacerse de muchos borradores, encontró la inspiración; ¿por qué no un corto relato? ¿Uno de princesas y lugares encantados?
Digamos que encontró a su princesa, pero su vestido no le convencía; él deseaba algo más moderno.
Así que escogió uno diferente para ella.
Desde luego que no podía olvidar los zapatos, aunque no discutiremos su sentido del gusto...
Hombre de letras al fin, ideó una corte para que le hiciera compañía, una nacida de un libro.
Se encargó de que no hiciera falta la música, por supuesto, ¿de qué otra forma iba a bailar?
Escogió para ella un palacio encantado en toda regla para alegrar su velada.
Y hasta ideó un método de llegada de lo más original.
Ya sabemos que en los cuentos no faltan las criaturas temibles, pero esta era tan gentil en verdad, ya que nacía de un libro, que no causó mayor daño.
Así que libre de peligros, bailó y bailó hasta que amaneció. ¿El Príncipe? Bueno, en los cuentos siempre es divertido dejar algo en la imaginación del lector, así que ustedes decidirán si el príncipe apareció o la buena princesa se lo pasó de lo más bien sin su compañía.
Y citando a nuestra querida anfitriona Marcela, "Colorín Colorado, este cuento ha terminado".