A veces, como decimos con frecuencia, resulta más sencillo rendirse, ya sea por cansancio, agobio, o porque simplemente vemos que las metas están muy lejos y que la lucha no tiene sentido; que si no podemos lograr exactamente lo que deseamos, entonces, ¿para qué esforzarse? Al ver este video, comprendo que en realidad no se trata de cómo o cuándo logres llegar o conseguir tus sueños, sino del camino que estás dispuesto a recorrer para conseguirlo. No importa lo que los demás piensen de ti, si para otros has tardado, lo que en verdad importa es que tú seas feliz al llegar. Al final, la satisfacción será toda tuya, y el sacrificio habrá valido la pena.
Esta es un pequeño momento en la historia de Derek Redmond.
