La palabra vacaciones deriva del latín vacans, participio del
verbo vacare: estar libre, desocupado, vacante (como un puesto de trabajo).
Vacuus: vacío, desocupado, libre. Vacui dies: días de descanso Vacatio (-ionis):
dispensa, exención.
Esta definición de lo que son las vacaciones me parece un tanto clínica, no me convence eso de estar desocupado, ¿es siquiera posible? No, no, necesito una explicación más razonable.
La palabra vacaciones se origina en el término latino vacatio. Este vocablo
significa a un tiempo vaciamiento y suspensión de las actividades normales. Por
este motivo, este retiro debería ser un sereno adentramiento en la profundidad
del propio ser, lejos del entorno cotidiano.
Mucho mejor, lo prefiero, eso de profundizar en el propio ser me gusta mucho, ¿eso significa que debo ir a una montaña a meditar o algo así? Porque la economía no está para esos trotes y las montañas me quedan un poco lejos.
Muchos piensan que las vacaciones, conceptualmente, están identificadas con un largo viaje. Tal vez no aciertan a encontrar el camino para practicarla en casa en el curso de la vida de todos los días. Pascal se refirió a esto cuando dijo que la infelicidad del hombre se cimenta en que no ha podido aprender a disfrutar de la paz de su habitación.
Definitivamente me quedo con este párrafo, sí, que no paso tanto tiempo en mi habitación como me gustaría y quiero trabajar en este tema de la felicidad. De modo que les cuento me tomaré unos días para ello y por lo tanto es posible que no se me vea mucho por estos lares, pero prometo regresar muy pronto, a lo sumo en un par de semanas y, a ser posible, con nuevos bríos y pilas recargadas.
Dejo un detalle en agradecimiento en mi otro blog que espero les guste. Nos leemos pronto.