31 marzo 2014

EL TIEMPO ENTRE COSTURAS: MARÍA DUEÑAS



La joven modista Sira Quiroga abandona el Madrid convulso de los meses previos al alzamiento arrastrada por el amor desbocado hacia un hombre a quien apenas conoce. Con él se instala en Tánger, una ciudad exótica y vibrante donde todo puede suceder. Incluso la traición.

Sola, desubicada y cargada de deudas ajenas, Sira se traslada accidentalmente a Tetuán, capital del Protectorado Español en Marruecos. Espoleada por la necesidad de salir a flote, con argucias inconfesables y gracias a la ayuda de nuevas amistades de reputación un tanto dudosa, forjará una nueva identidad y logrará poner en marcha un selecto taller de costura en el que atenderá a clientas de orígenes lejanos y presentes insospechados.

A partir de entonces, con la contienda española recién terminada y los ecos de la guerra europea resonando en la distancia, el destino de Sira queda ligado al de un puñado de carismáticos personajes --Rosalinda Fox, Juan Luis Beigbeder, Alan Hillgarth-- que la empujarán hacia un inesperado compromiso en el que las artes de su oficio ocultarán algo mucho más arriesgado.



Cuando encontré este libro y lo compré, sentí como si acabara de dar con el Santo Grial, porque no resultó sencillo dar con él, y tenía muchas ganas de leerlo. No solo he encontrado muy buenas reseñas acerca de la historia, sino que sé ha tenido un éxito que se sale un poco de lo común e incluso, hasta donde sé, se ha hecho una adaptación de la obra para la televisión, una que no he visto aún y que desconozco si es muy fiel a la trama, pero será cosa de darle una mirada en el futuro para enterarme.

Respecto al libro en sí, puedo decir que me gustado tanto como esperaba, incluso más, porque el estilo de la autora es fantástico; su forma de narrar es muy cercana y construye personajes creíbles, que provocan muchas emociones, algo que encuentro importantísimo en una historia.



La historia de Sira conmueve y toca sin llegar al punto de exageración de convertirla en una protagonista que inspire lástima por todas las penurias en las que se ve envuelta, y esto ocurre porque María Dueñas crea un personaje muy complejo, con sus cosas buenas y malas, a quien puedes querer tanto como criticar, pero sobre todo, con quien te puedes identificar. Sus decisiones, quizá algunas erradas vistas desde lejos, sus motivaciones, ese afán de salir adelante y superar las adversidades, así como el dolor de las pérdidas y las traiciones, son un retrato del ser humano en su lucha diaria por sobrevivir. 

El contexto histórico en el que transcurre la novela es también un punto fuerte; me he visto fascinada por este viaje en el tiempo, de un lugar a otro, todos desconocidos para mí, pero que gracias a la autora he sentido casi como si transitara por ellos. Madrid, Tánger, Tetuán... estos dos últimos lugares acerca de los que se lee poco y que me han fascinado. 



Quizá el único pero que le pondría a la historia y que confieso me obligó a dejarla durante unas semanas para luego retomarla y no soltarla hasta el final, fue el exceso de descripciones. No lo sé, quizá peco de susceptible en ese sentido, pero sentí que la autora se ha documentado de forma tan profunda, lo que es para aplaudir, que recarga un poco el tema, describiendo cada lugar de forma un poco excesiva. Comprendo que lo ha hecho con el fin de llevarnos de la mano por cada escenario y que no nos perdamos de nada, pero no he podido evitar sentirme un poco saturada en algunos momentos. Aún así, es un pero un poco débil, ya que no le resta nada a la trama, sino es un aspecto que en lo personal he encontrado un poco incómodo, pero más que comprensible. 

El viaje de Sira es uno de descubrimiento, crecimiento, aventuras y en cierta medida de redención, una muy personal, y me ha encantado acompañarla. Un libro apasionante, que te atrapa y no te suelta y frente al que no se puede permanecer indiferente. 

25 marzo 2014

AGATHA CHRISTIE: TRES RATONES CIEGOS Y OTROS RELATOS



En mi lento avanzar con los retos de este año, al fin me decidí a ir por una de esas escritoras imperdibles para mi reto de autores pendientes. Así que fui con mi amigo el librero (¡qué suerte poder llamar "amigo" a un librero!), y le pedí una recomendación de esta autora. Me nombró muchos títulos, pero tras unas cuantas deliberaciones, opté por Tres ratones ciegos y otros relatos porque según me dijo, con muy buen criterio, allí encontraría no solo una historia corta en la que podría conocer su estilo, sino también con otras aún más pequeñas, pero no por ello menos significativas en las que iba a encontrarme con algunos de sus personajes favoritos. Una presentación en toda regla, por así decir. 



Tres ratones ciegos es un relato breve de misterio acerca de un matrimonio, los Davies, que al heredar una vieja propiedad, deciden convertirla en una casa de huéspedes a fin de ganar algún dinero que les permita forjar su futuro, ya que ambos son muy jóvenes. Tan pronto como inician el negocio, llegan una serie de huéspedes, todos ellos curiosos personajes con sus propias particularidades, no siempre muy agradables. De por sí el regentar la casa resulta más complicado de lo que esperaban, pero las cosas se pondrán aún peor cuando se enteren de que un asesino podría encontrarse entre ellos, uno que huye de la justicia, lo que convierte la convivencia en la vieja mansión en todo un juego de suspenso para descubrir al asesino.

He disfrutado mucho del estilo de Christie, esa habilidad para mantener en vilo al lector, pero eso no le impide ir dejando caer algunas pistas, de modo que en verdad no resulta del todo complicado adivinar quién puede ser el culpable de turno. Y sin embargo, esto último no le quita interés a la trama, porque por muchas teorías que se van tejiendo mientras se lee, siempre queda la duda, esa que no es resuelta hasta el final, y eso eso algo que se agradece en historias de este tipo. 



Por otra parte, como admiradora del fantástico Sherlock Holmes, de Sir Arthur Conan Doyle, no puedo evitar ponerme en guardia frente a "nuevos" detectives, investigadores, o como se deba llamar a los encargados de resolver misterios, de allí que tuviera curiosidad por conocer a algunos de los personajes que aparecen en los otros relatos que componen esta selección. He quedado gratamente impresionada por Hércules Poirot, detective singular donde los halla; me ha parecido muy divertido al tiempo que acertado; no será un Sherlock Holmes, claro, pero vaya que me ha gustado. Puntos positivos también para Miss Marple, una dama encantadora con una habilidad para resolver misterios admirable; en realidad, creo que han sidos los relatos protagonizados por ella los que más he disfrutado.

Como podrán notar, lo he pasado muy bien con la señora Christie, y espero seguir leyendo  más de sus obras. Por suerte, hay muchas de donde escoger y esta vez iré con la seguridad de que pasaré muy buenos momentos gracias a ella. 


16 marzo 2014

EL EXTRAÑO CASO DEL DR. JEKYLL Y MR. HYDE



Hace poco leí Frankenstein, de Mary Shelley, novela de la que en su momento hice una reseña y desde entonces me dije que iba a intentar darme un tiempo para leer esos clásicos del terror tan conocidos y que nos resultan tan familiares que a veces olvidamos ir a la fuente, al libro en sí, y cuando lo hacemos, nos encontramos con muchas sorpresas del todo inesperadas que enriquecen aún más el mito. Me pasó en su momento con Frankenstein y ha vuelto a ocurrir con estos dos personajes que son uno, el Dr. Jekyll y Mr. Hyde.

Stevenson tenía cierta fascinación por la dualidad del ser humano y el enfrentamiento entre el bien y el mal que habitan en nosotros, de allí que el autor de La isla del tesoro volcara sus ideas en esta novela corta en la que intenta plasmar sus inquietudes, y vaya que lo hace forma magnífica en su sencillez.



La historia nos es narrada desde el punto de vista de Mr. Utterson, abogado y amigo personal del Dr. Jekyll. Un día escucha algunos rumores respecto a un cierto Mr. Hyde, quien sabe es protegido de su amigo, por lo que se alarma al saber que es un hombre salido de la nada y que tiene una reputación espantosa; además, quien lo ve no puede evitar sentir una aversión tremenda, como si se encontrara frente al mismísimo mal personificado. Luego de recibir instrucciones del Dr. Jekyll respecto a que si muere o desaparece, todos sus bienes deben pasar a manos de ese horrible hombre, la preocupación se hace aún mayor. El hecho de que su amigo usara una expresión tan poco usual como "desaparecer" le resulta aún más extraño.

Desde este punto, los acontecimientos se suceden con rapidez. La conducta del Dr.Jekyll se vuelve cada vez más errática, la ciudad empieza a alzar la voz frente a los atropellos cometidos por Mr. Hyde, y por más que Mr. Utterson procura recabar información acerca de este último, no consigue nada que le sea de utilidad, además de que su viejo amigo insiste en defender a este hombre contra viento y marea. De pronto, se comete un espantoso asesinato y todo conduce a suponer que es Mr. Hyde el culpable; este hecho sirve de disparador para que la verdadera naturaleza de ese personaje se vea revelada.



La novela es corta, apenas noventa páginas, con una narración sencilla, sin dar muchas vueltas, de modo que desde el primer párrafo estamos ya del todo metidos en la trama y no podemos parar hasta el final. El lenguaje es propio de la época, la novela fue publicada en 1886, pero no es impedimento para apreciar la historia; es más, creo que es un ingrediente fundamental que nos permite sumergirnos en esa época, en un ambiente oscuro y gótico, pendientes de lo que sucede a continuación.

Respecto a la premisa en sí, es interesante pensar en las reflexiones que quedan una vez que la lectura es terminada. Más allá del misterio y el horror, ¿en verdad somos bondad y maldad habitando un mismo cuerpo? ¿Es posible que el ser humano busque alguna vez la forma de "aislar" una de otra? De hecho que es un tema muy rico y del que se puede hablar mucho, así que si no han leído aún la obra, les invito a hacerlo, no se sentirán defraudados, este es uno de esos mitos que vale la pena conocer de primera mano. 



"Formular una pregunta equivale, muchas veces, a tirar una piedra. Suba usted a lo alto de una colina, tome una piedra y échele usted a rodar por la pendiente. La piedra arrastrará muchas otras y, sin que usted lo piense, el pobre diablo que cultiva lechugas en su huerta para pasar inofensivamente un día de asueto, sufrirá descalabros mortales y su viuda contraerá segundas nupcias".

10 marzo 2014

EL JUEGO DE RIPPER



Las mujeres de la familia Jackson siempre han sabido que podían contar la una con la otra. A pesar de la fuerza del vínculo que las une, madre e hija son como la noche del día. Indiana es una atractiva bohemia de espíritu libre, sanadora especialista en Reiki y aromaterapia, y pese a llevar tiempo separada, sigue reacia a comprometerse con alguno de los hombres que la desean: ya sea Alan, el rico vástago de una de las familias más importantes de San Francisco, o Ryan, un enigmático y traumatizado Navy SEAL. Si Indiana suele buscar el lado bueno de las personas, Amanda, siempre fascinada por el lado oscuro, tiende a ser más como su padre, inspector de policía. Brillante e introvertida, esta estudiante del último año de instituto anda siempre con una novela negra bajo el brazo al tiempo que lidera Ripper, un juego de rol que comparte con su abuelo y con amigos de todo el mundo. Sin embargo, todo se convulsionará cuando, tal como predijo la astróloga más reputada de San Francisco, una oleada de crímenes sacuda la ciudad. Amanda, con la ayuda inestimable de su abuelo y de todos los miembros del juego de Ripper, ejercerá de maestra de ceremonias para ayudar en la investigación de los asesinatos. El caso tomará un cariz inesperado cuando Indiana sea secuestrada. Con la vida de su madre en vilo, Amanda deberá resolver, antes de que sea demasiado tarde, el misterio más complejo de su vida…



Creo haber comentado alguna vez que Isabel Allende se encuentra entre mis autoras favoritas, he leído todas sus novelas, y mi favorita sin duda es La casa de los espíritus. Pero en los últimos años me fui sintiendo un poco decepcionada por las historias que iba publicando. La isla bajo el mar, Amor, El cuaderno de Maya... ninguna de ellas me convenció, de alguna forma sentí como si Allende hubiera perdido un poco el rumbo y estuviera en medio de una suerte de experimentos para volver a encontrar una zona en la que se sintiera segura, para hallarse a sí misma y a su estilo sin dejar por ello de buscar nuevas experiencias. Y creo que con El juego de Ripper al fin ha logrado ese equilibrio que todo autor busca.

Si bien esta novela se presenta como perteneciente al género negro, no creo que lo sea en realidad; la veo más bien como una historia con tintes de misterio, una buena cuota del realismo mágico que caracteriza a la autora y una frescura que no leía en sus obras desde la trilogía de Las aventuras de El Águila y El Jaguar. 

Como siempre, Allende se presenta como una narradora de la vida, una autora que ama profundamente a sus personajes, eso es muy obvio, y los perfila de forma perfecta, entregándonos personajes sencillos y complejos al mismo tiempo, algunos inocentes, otros con terribles experiencias cargadas a la espalda, y que se ven, de pronto, en medio de una historia tremenda y deben enfrentarla de acuerdo a sus caracteres particulares, recursos y valores.

Me he sentido encandilada por el personajes de Amanda, esa muchachita oscura, tan especial, a quien le cuesta tanto encajar y con una vulnerabilidad conmovedora, una que por cierto no muestra a cualquiera, pero que está allí, muy latente y que comparte con las pocas personas por quienes siente un cariño sincero. Ella, brillante y presa de la fascinación por los misterios y asesinatos, se une, gracias a un juego de rol, a una serie de personajes alrededor del mundo para, en un primer momento, pasar un buen rato intentando resolver esas incógnitas, y luego, cuando la tragedia la toca en la forma de la desaparición de su madre, debe esforzarse por dar con el sospechoso y detenerle. Le acompaña en la aventura su fiel esbirro, Bleke, un abuelo increíble que la adora. 



Otro de mis personajes favoritos es Ryan Miller, un Navy SEAL dado de baja por incapacidad, un hombre con muchos demonios y traumas provocados por los horrores de la guerra, pero estos no le impiden que sea, a mis ojos, uno de los personajes más fáciles de querer que he leído en mucho tiempo. Está profundamente enamorado de la madre de Amanda, y al tiempo que procura ganarse su amor, nos va revelando su historia, una muy triste y al mismo tiempo muy enriquecedora. 

Un personaje que no me ha gustado del todo es Indiana, la madre de Amanda, pero no porque tenga muchos defectos, que los tiene como todo el mundo, claro, sino que a mí me ha parecido que se le presenta como si fuera demasiado buena, o mejor dicho, demasiado perfecta, o al menos la mayor parte del tiempo, y a mí eso me resulta muy aburrido en un personaje. Sin embargo, comprendo que era necesario contar con alguien como ella en la trama porque es el disparador de una serie de situaciones que no hubiera podido darse de no existir. 

La narración es muy ágil, con toques de ese sentido del humor tan negro de la autora y con unos diálogos fabulosos. Me he quedado con la sensación de que este libro podría ser con facilidad el inicio de una saga, y aunque no tengo idea de si la autora lo tiene en mente, espero que así sea, porque me encantaría leer más acerca del juego de Ripper y sus maravillosos personajes. 


07 marzo 2014

DÍA DE LA MUJER



"Cada vez que una lee de una bruja tirada al agua, de una mujer poseída por los demonios, de una curandera vendiendo hierbas y aún de la madre de un hombre célebre pienso que estamos en la pista de un novelista, de un poeta abortado, o una Jane Austen muda y sin gloria, una Emily Bronté rompiéndose los sesos en el páramo o recorriendo con desolación los caminos, trastornada por la torura de su genio. Me atrevo a adivinar que Anónimo, que escribió tantos poemas sin firmarlos, era a menudo una mujer."

Virginia Woolf "Un cuarto propio"

No estoy más orgullosa de ser mujer que de ser un ser humano, creo firmemente en la igualdad y de allí que vea el Día de la Mujer no como una fecha para celebrar, sino para pensar, reflexionar acerca del papel de la mujer en la sociedad y como esa igualdad de la que tanto hablamos con frecuencia aún se encuentra muy lejos. Por supuesto que en algunos lugares las cosas resultan un poco más justas, por usar un término, pero es imposible no pensar en todas las mujeres que continúan luchando en cada rincón del mundo por tener acceso a una vida digna, por recibir las mismas oportunidades que un hombre y sobre todo, por ser vistas precisamente como iguales, con los mismos derechos y obligaciones.

Estoy muy orgullosa y agradecida de las mujeres que lucharon porque nosotras, en la actualidad, tengamos la oportunidad de hacer tantas cosas que a ellas les fueron vedadas y me quito el sombrero por todas y cada una de las que continúan haciéndolo pese a la adversidad. Es por ellas por las que existe este día, para recordarlas, para honrarlas, agradecerles y comprender que aún queda mucho camino por recorrer.

Se me ocurren montones de canciones y películas relacionadas con la lucha de la mujer, pero una de mis favoritas es Iron Jawed Angels, con Hilary Swank, que creo solo salió para la televisión. Recrea la historia de Alice Paul, una mujer comprometida con la lucha por el voto femenino que puso contra las cuerdas al Presidente Woodrow Wilson reclamando, a las puertas de la Casa Blanca, lo que el Gobierno de los EE.UU. ya había autorizado: la XIX Enmienda a la Constitución por la que se reconocía el derecho de la mujer a votar.

Fueron tiempos de protestas en la calle, desfiles y huelgas de hambre. Alice Paul y sus correligionarias llegaron a ser encarceladas y alimentadas a la fuerza antes de que el presidente Wilson aceptara poner en marcha la XIX Enmienda y dar fin a la lucha que habían mantenido generaciones y generaciones de mujeres. La escena que comparto es estremecedora y habla por sí sola. 


03 marzo 2014

Y EL OSCAR FUE PARA...



Esta es una entrada muy cortita (no me miren con desconfianza, juro que esta vez es verdad), tan solo para compartir algunas impresiones acerca de la ceremonia de la entrega del Oscar 2014. ¿Saben? Hace años que no disfruto de una ceremonia vista como un todo que pueda llamar sencillamente mágica, y supongo que en gran medida es debido a que estoy enamorada de ese Hollywood de la época dorada que, infortunadamente, no volverá, pero eso no me impide apreciar cada entrega haciendo una colección de momentos aislados que se quedarán en la memoria porque emocionaron, divirtieron, y nos trajeron de vuelta ese vistazo a la camaradería entre todos esos personajes que vemos todo el tiempo en las pantallas de los cines, y las talentosas personas que hacen posible cada película que, en menor o mayor medida, disfrutamos. De modo que les voy a mostrar algunas imágenes de la gala, y por supuesto, a los muy merecidos ganadores en las categorías más conocidas.



Ellen DeGeneres estuvo fabulosa como anfitriona de la ceremonia, con buenas bromas, mucha dinámica con la audiencia y ese buen humor del que siempre hace gala. Creo que cumplió con creces su cometido, aunque me encantaría ver a Hugh Jackman nuevamente animando, y si se puede pedir, a Tina Fey y Amy Poehler que son también fantásticas. 



Mejor película: 

12 años de esclavitud

Mejor Director:

Alfonso Cuarón



Mejor Actor:

Matthew McConaughey

Mejor Actor de Reparto:

Jared Leto



Mejor Actriz:

Cate Blanchett

Mejor Actriz de reparto:

Lupita Nyong´o



Mejor Película Animada:

Frozen

Mejor Película Extranjera:

The Great Beauty (Italia)



Mejor Guión Adaptado:

12 años de esclavitud

Mejor Guión Original:

Her

Mejor Canción:

Frozen



¿Mi momento favorito de la noche? Sin dudarlo un momento, el homenaje a El mago de Oz, con esa maravillosa interpretación de Pink. Durante unos minutos, mientras cantaba, fue fácil imaginar que estábamos de vuelta en el antiguo Hollywood y la noche fue por completo mágica.