Estos días siento que me falta el tiempo, igual que a medio mundo, las horas se pasan sin que me de cuenta, y me agobia el tener tantas cosas por hacer y no poder dedicarles el tiempo que se merecen. Entre el día a día, las obligaciones, y esos momentos de ocio que todos necesitamos, parece un milagro seguir andando, pero supongo que el solo hecho de seguir es ya un logro.
Este mundo loco lo está cada vez más, así que hay que seguirle el ritmo, darte un momento para respirar, y continuar, que el agobio no gane la partida.
Este miércoles, día de San Pedro y San Pablo es festivo, y voy a aprovechar para darme una vuelta por la parroquia de mi niñez, donde hacen bingos, tómbolas y esas cosas, visitar los juegos mecánicos en la feria que han instalado; ir por estos lugares me pone de buen humor, saca a la niña que llevo dentro y como ella se divierte, yo también.
Hay una oración de Santa Teresa de Jesús, que me gusta mucho, y aún cuando hasta ahora no puedo recordarla por completo, basta con recitas los primeros versos para que me calme y el respiro me de nuevas fuerzas. La comparto con ustedes, que más allá de si son o no creyentes, es una hermosa oración e inspira mucha paz.
NADA TE TURBE
Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda,
La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta.
Eleva el pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes,
Nada te turbe.
A Jesucristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
Nada te espante.
¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,
Todo se pasa.
Aspira a lo celeste,
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.
Ámala cual merece
Bondad inmensa;
pero no hay amor fino
Sin la paciencia.
Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
Todo lo alcanza.
Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
Quien a Dios tiene.
Vénganle desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios su tesoro,
Nada le falta.
Id, pues, bienes del mundo;
id, dichas vanas,
aunque todo lo pierda,
Sólo Dios basta.
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda,
La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta.
Eleva el pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes,
Nada te turbe.
A Jesucristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
Nada te espante.
¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,
Todo se pasa.
Aspira a lo celeste,
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.
Ámala cual merece
Bondad inmensa;
pero no hay amor fino
Sin la paciencia.
Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
Todo lo alcanza.
Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
Quien a Dios tiene.
Vénganle desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios su tesoro,
Nada le falta.
Id, pues, bienes del mundo;
id, dichas vanas,
aunque todo lo pierda,
Sólo Dios basta.