29 marzo 2015

LOS AÑOS DE ESPERA: FUMIKO ENCHI



Situada en Japón a finales del siglo XIX, “Los años de espera” es un admirable y sensible retrato de la condición de las mujeres en un país todavía inmerso en las viejas tradiciones feudales. Educada para cumplir el rol tradicional de su sexo, Tomo no sólo debe soportar las humillantes infidelidades de su marido, sino que incluso debe aceptar con sumisión el encargo de buscarle concubinas y acogerlas bajo su techo. Primero será la quinceañera Suga, luego vendrá la extrovertida Yuri... Esta novela plena de sutileza y de sentimientos contenidos nos presenta una galería inolvidable de mujeres que suscitan admiración por su entereza.



Los años de espera es uno de esos libros que, al menos para mí, parecen tenerlo todo para encandilar a un lector. La portada es muy sugerente, la sinopsis promete y, lo más importante, es obra de una autora insignia de la literatura oriental, como es Fumiko Enchi, una mujer con una historia personal interesante y que ha sabido volcar en su obra esa personalidad fuerte y profunda, pero sutil, con la que se abrió paso en el mundo literario hasta su muerte en 1986. 

La novela nos narra una saga familiar, haciendo hincapié en el punto de vista de Tomo, la esposa de un importante miembro del gobierno japonés en una época de quiebre para un país atado a sus tradiciones, que ve como el mundo cambia a su alrededor y que, queriéndolo o no, debe amoldarse a la modernidad y la influencia extranjera sin perder su propia identidad. Fumiko Enchi tenía una capacidad maravillosa para profundizar en la psique femenina y retratar los sentimientos de mujeres complejas y acostumbradas a callar con una sutileza que, curiosamente, podía semejar verdaderos gritos. Tomo es el ejemplo de la dignidad femenina, de una dama criada acorde a antiguas tradiciones en las que la norma era satisfacer al hombre con el que se hubiera visto en la obligación de casarse, criar a sus hijos, y callar frente a sus indiscreciones, pero Tomo se cuestiona todo sin necesidad de hacer alarde de ello; sencillamente es una mujer inteligente que ve cómo el mundo a su alrededor empieza a quebrarse y se pregunta hasta qué punto debería tolerar esa vida que, bien pensado, ella no eligió. 



Los años de espera es una historia relativamente breve y está narrada en tercera persona en largos capítulos, en los que los acontecimientos se suceden de forma suave y sutil, tal y como es Tomo, la protagonista. De un capítulo a otro, sin embargo, nos vemos sorprendidos por una serie de hechos que nos mantienen atentos a la historia y, algo muy interesante, la autora consigue introducir elementos comunes para ella, como los rituales de ese antiguo Japón y las maneras de sus habitantes de modo que en tanto transcurre la lectura una se siente casi parte de él y eso es maravilloso.

Los aliento a leer esta obra si les gusta la literatura japonesa, las sagas familiares, o simplemente desean encontrar un libro que retrate un tema interesante con maestría. 

22 marzo 2015

LA MAGIA DE LOS LIBROS



Encontré hace unos días una cita muy bonita de Cecilia Ahern que me gustó mucho porque sentí que me llegaba muy hondo, pone en palabras lo que quizá sentimos todos aquellos que amamos los libros. En lo personal, mis gustos de lectura varían de acuerdo a ciertas circunstancias o estado de ánimo, a veces ni siquiera tengo una idea clara de cuál será el siguiente libro a leer y ando un poco a la deriva; pero de pronto nos encontramos en un rincón con EL libro que me llama y que presiento que me va a encantar, o un amigo noble me recomienda aquel que se convertirá en uno de mis favoritos. Creo, tal como Cecilia, que los libros se abren paso a nuestra vida y les estoy muy agradecida por ello. Esta es la cita.




"Creo en la magia de los libros. Creo que durante ciertos períodos de nuestra vida nos atraen algunos libros en particular, ya sea caminando por los pasillos de una librería, sin la menor idea de qué es lo que queremos leer; y de pronto, encontramos el libro perfecto para nosotros, aquel que está justo mirándonos a la cara, sin pestañear. O en esa oportunidad en que nos encontramos con un amigo que nos recomienda un libro que en otras circunstancias jamás habríamos comprado por nuestra cuenta. Los libros tienen la capacidad de encontrar su propio camino hacia nuestras vidas"

18 marzo 2015

LOLA Y EL CHICO DE AL LADO: STEPHANIE PERKINS



Para la diseñadora de moda en ciernes Lola Nolan, las prendas de ropa más llamativas, más brillantes, más divertidas, más salvajes, siempre son las mejores. A pesar de su estilo extravagante, Lola es una hija ejemplar y una buena amiga, y tiene grandes planes para el futuro. Todo en su vida parece bastante perfecto (incluso su guapísimo novio roquero) hasta que los gemelos Bell se mudan de nuevo a la casa de al lado.

Cricket Bell ha vuelto y quiere arreglar los problemas del pasado. Y Lola deberá reconocer sus verdaderos sentimientos hacia él.



Escogí este libro a raíz de leer muy buenas reseñas para él y pensando en que me vendría de perlas para mi reto genérico, ya que no daba con un título juvenil para sumar a mi lista. Y bueno, Lola y el chico de al lado ha sido una lectura divertida y que me ha regalado momentos muy agradables; incluso me recordó mi época de adolescente, lo que a la vista de los años pasados nunca viene mal.

Creo que puedo señalar dos aspectos importantes del libro que creo son los grandes ejes alrededor de los cuales gira la historia y que en lo personal he recibido y me han impactado de formas muy distintas, una positiva y la otra no tanto. 


Por una parte, disfruté mucho la oportunidad de conocer a la protagonista de la historia, Lola, la que nos cuenta su vida en primera persona y de una forma muy fresca, divertida y honesta. Lola es la clase de chica a la que solo puedes querer, es independiente, dueña de una individualidad maravillosa que la lleva a imprimir su personalidad en todo aquello que hace, empezando por su vestuario, y que tiene una historia personal muy interesante pese a su corta edad. Hija adoptiva de una pareja gay fantástica, pero con unos padres biológicos que le han procurado más de una decepción, podría ir por la vida cargando todo un pesado fardo emocional, pero si bien este hecho tan doloroso la marca de forma evidente, también es notable su capacidad de abrazar lo que tiene, apreciarlo y ser feliz con ello. Cuando Crickett Bell regresa a casa, sin embargo, se ve en la disyuntiva de continuar con su feliz noviazgo con su novio roquero Max, o darle una oportunidad a su corazón y descubrir qué es lo que siente por el chico de al lado.

Y respecto a la relación de Lola y el chico de al lado es precisamente que va mi pega con la historia, lo que es una pena, pero me ha costado mucho "vivir" ese romance como me hubiera gustado. Me veo en la necesidad de usar la manida excusa de "no eres tú, soy yo" o, en este caso, "no es el libro, soy yo". Y sin duda así es, ya que siempre se me ha hecho muy cuesta arriba comprender y disfrutar de los romances adolescentes, será que cuando era una se me daban fatal también, de modo que no es tan raro... En fin, será que a esta edad y con mi experiencia tengo tan por seguro que nadie se muere de amor y que a veces un grado de madurez es lo más necesario para enfrentar los problemas, que la conducta irreflexiva y esas dudas propias de una edad tan especial me resultan un poco complicadas de apreciar. 

Creo, sin duda, que si hubiera leído este libro con diez años y unas cuantas penas menos, lo habría disfrutado un poco más. Pero esto no me impidió leer el libro de un tirón y pasarlo bien con las aventuras de Lola; es más, me atrevería a decir que solo por conocer a un personaje tan rico y singular esta lectura vale mucho la pena, y si sumamos a todos los otros personajes interesantes que componen este libro, no hay pierde. 


03 marzo 2015

UN SUEÑO EN PARÍS: ENRIQUE GARCÍA DÍAZ


Sebastien es el dueño del Scaramouche, y ahora se enfrenta a dos graves problemas: no tiene chef; y por si fuera poco, la crítica culinaria lo ha despojado de una de sus estrellas.

Pero cuando su amigo Simon le presente a Diane, sus problemas no habrán hecho más que comenzar, porque descubrirá a una mujer que no sólo está dispuesta a poner pasión en los fogones, sino también en su vida.

Con un estilo propio de innovación, Diane devolverá al Scaramouche a lo más alto de París, y también provocará un cambio radical en el corazón de Sebastien.



Sigo en una racha de lecturas románticas, como podrán ver. A los buenos títulos de los últimos días, se suma hoy una novela que tenía muchas ganas de leer; en realidad, la compré prácticamente el día de su salida, pero no pude ponerme con ella hasta hace muy poco; lo que sí es seguro es que la disfruté tanto como esperaba. Enrique García Díaz es un autor al que ya he tenido el gusto de leer, siempre en historias de romance histórico y me inspiraba curiosidad ver cómo se desenvolvería en una novela contemporánea; puedo decir sin duda que ha superado mis expectativas.

Un sueño en París se presenta en primer lugar con una portada preciosa, algo a lo que nos han acostumbrado en Romantic Ediciones, se nota el mimo que vuelcan en cada historia, que estará mal que lo diga porque publico con ellos, pero al César lo que es del César, su trabajo es grandioso y es algo que todos los lectores agradecemos. Y si a esa portada tan atrayente le sumamos una sinopsis que promete romance y diversión, sin duda estamos frente a una novela que merece muchísimo la pena. 




¿Quién no se ha sentido atraído por la visión del París romántico y bohemio que nos promete un ambiente de ensueño? Confieso que soy una de esas personas que tienen un ideal de esta ciudad, así que esperaba verme inmersa en la historia de Sebastien y Diane con mucha ilusión. Además, la cocina es otra de mis debilidades, de modo que me sentía frente a un verdadero banquete de emociones.

Creo que lo que más me ha gustado de esta historia, considerando que he disfrutado mucho de cada aspecto de ella, son los personajes, y es que tanto Sebastien como Diane se nos presentan como personas muy reales, muy humanos, algo que encuentro importante en una historia para sentir que formo parte de ella, que puedo ponerme en su lugar y apreciar sus alegrías y penas a profundidad. Entiendo a Sebastien y su necesidad de mantener el restaurante que ha pertenecido a su familia durante tanto tiempo en el pedestal que siente merece, así como el temor de enfrentarse a los cambios, aún cuando estos parezcan ser para bien; y de la misma forma, comprendo y aprecio el valor de Diane para lanzarse a la aventura al perseguir un sueño y no permitir que los obstáculos, y aún menos los prejuicios le impidan conseguir aquello por lo que tanto ha luchado. La relación de los protagonistas transcurre de forma creíble, divertida, apasionada, y va de la mano con esa aventura en solitario que ambos inician para salvar al Scaramouche de la ruina, cada quien con sus propios talentos, una aventura que pronto pasa a ser compartida y en la que se cuece lentamente su propia historia, una de amor, y todo ello es narrado con un ritmo ágil, divertido y fresco. Sin duda una lectura muy recomendable.