El Perú cumple hoy un año más como Estado libre e independiente, y eso hay que celebrarlo, porque sé que a veces no dan ganas, que las cosas están difíciles y el miedo al futuro apremia, pero aún así, esa frase de "El Perú es más grande que sus problemas" me la creo mucho, ¿sino cómo seguimos aquí después de tanto descalabro?
En los momentos difíciles, hemos salido adelante pese a todo, y si bien aún nos falta mucho, creo de corazón que podemos estar orgullosos como peruanos de nuestra patria.
Seguro que los peruanos en el exterior lo tendrán muy claro, porque debe ser duro estar lejos de la tierra y de los seres queridos, pero nosotros, que estamos aquí, a veces seguro que renegamos, y mucho, por tantas cosas, ¿verdad? Que el tráfico, los políticos, la informalidad y desigualdad, esta última que duele y daña tanto, que a veces es usada para separarnos, cuando lo que debería hacer es unirnos, para revertirla, para que no exista más.
En lo personal, mi patria es mi día a día, los buses a tomar en las mañanas, ese cielo color "panza de burro" que quiero y me gusta, los buenos días y las sonrisas que la gente te ofrece, que son diez por un gesto malhumorado.
El Perú es la comida, claro, esa que tenemos la dicha de disfrutar; los productos que parecen una bendición de Dios, tierra privilegiada por la cantidad de climas que nos acompañan.
Mi tierra es Vallejo, ese bardo inmortal que escribía con la melancolía en el pecho y nos regaló los versos más bellos que he leído.
"Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… ¡Yo no sé!
Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre… Pobre… ¡pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!"
Pero más que nada, el Perú es mi familia, mis amigos, la gente a la que admiro, y los muchos artistas que comparten con nosotros su talento; imagínense que para mí, hasta el fútbol es mi país, y por como íbamos antes de esta Copa América, hay que querer mucho a la Patria ;)
Y así, el Perú lo es todo, tanto que resulta imposible enumerarlo, así que paro ya, y les dejo con esta mujer maravillosa que es Susana Baca, embajadora de la música peruana, con esa voz que parecen caricias en las mejillas, y a quien acaban de nombrar Ministra de la Cultura, motivo por el cual me siento muy orgullosa, porque no solo están ofreciendo tal cargo por primera vez a una mujer afroperuana, sino porque más allá de ello, se lo merece, y eso no es muy común para ver.
¡Muy feliz 28 de Julio!