27 diciembre 2015

¡MUDANZA!



¡Hola! ¿Hay alguien por allí? No sé por qué he tardado tanto en hacer esta entrada, solo puedo disculparme por ser un poco negligente y tremendamente olvidadiza. Recibí un comentario hace unos días que me recordó esta dejadez y aquí me tienen.

Quienes visiten este blog o acostumbran hacerlo, habrán notado que he pasado meses sin subir una nueva entrada, el pobre luce un poco abandonado, pero como saben muchos, lo que ocurre es que últimamente subo todas mis actualizaciones en mi otro blog por una razón muy sencilla. Mantener dos blogs con actualizaciones más o menos periódicas es muy difícil; hacerlo con uno en realidad ya es complicado, como sabrán muchos; requiere tiempo y compromiso, de allí que me decantara por volcar toda esa energía a Entre letras... Motivos hay muchos, quizá los más importantes son que desde un inicio lo concebí como un espacio no solo para compartir mis lecturas (que al fin de cuentas es el motivo primordial de su existencia), sino también todo lo relacionado con otro tema que me apasiona mucho, como es la escritura.



De modo que el bajo ritmo de actualizaciones continuará así por aquí hasta que en algún momento, espero, me sienta lista quizá para cerrarlo y decir adiós, lo que posiblemente no ocurra nunca, todo hay que decirlo. En tanto, les agradezco mucho a quienes pasan por el otro blog y ya se han convertido en visitas habituales y muy queridas y les invito a quienes no, a que pasen por allí sí gustan porque tengo siempre mucho qué compartir. El ritmo lector no ha decrecido, no se preocupen, por el contrario, así que será un placer contar con ustedes. Este enlace los llevará e esos pagos. 

Aprovecho la entrada para desearles a todos quienes pasen por aquí unas muy, muy felices fiestas y  un nuevo año maravilloso en todo sentido. 



30 agosto 2015

LA LLORONA: MARCELA SERRANO



La leyenda cuenta que la Llorona es el espectro de una madre que deambula por los caminos llamando a los hijos que asesinó. La protagonista de la novela llora sin lágrimas a su hija, a la que perdió a los pocos días de nacer. ¿Qué ocurrió realmente en ese hospital con su pequeña? Unida a otras mujeres en su misma situación, alzará su voz buscando respuestas.



Leí hace un tiempo El albergue de las mujeres tristes, otra novela de Marcela Serrano y, tal y como comenté en su momento cuando hice una reseña para él, no terminé de conectar con el estilo de la autora o, mejor dicho, con lo que quiso transmitir en esa obra; pero aún así hubo puntos que me gustaron y me prometí que cuando  fuera posible iría por algún otro título suyo. Hace unas semanas encontré La Llorona en la última feria del libro de mi ciudad; estaba a un precio excelente, la sinopsis era muy atractiva y al ser bastante breve me dije que me vendría muy bien. Ya terminado puedo decir que escogerlo fue todo un acierto. Cuando pasé por mi cuenta de Gooddreads para dejar un comentario, ya que estoy intentando establecer cierto orden en mis lecturas, escribí lo siguiente:

Un libro hermoso y desgarrador que me ha dejado con sentimientos encontrados; el final me ha parecido tan triste, y en cierta medida injusto, pero esa es una de las cosas que deja muy en claro la autora a lo largo de esta breve historia: la vida no es justa. Aún así, se cuela un aire de esperanza que se mantiene tan firme como la voluntad de la protagonista. Me ha gustado, sin duda, mucho más de lo que esperaba.

Ahora me gustaría decir alguna cosa más, no mucho porque al ser un libro tan pequeño hay muchas posibilidades de caer en los temidos spoilers. 









“Si mucho te contentas con el orden, se dice, te vas convirtiendo en piedra.” 










La vida de la protagonista, esa mujer del campo tan sufrida y que se enfrenta a un horror tan grande, es impresionante. Marcela Serrano ha retratado a una mujer como muchas otras en todos los rincones del mundo, aquellas que han tenido que luchar desde que tienen memoria para salir adelante. Nuestra protagonista es una hija de las zonas más pobres de su tierra, una donde la educación es considerada un lujo y donde la vida parece pautada desde el  nacimiento de acuerdo a los recursos y la fuerza de las costumbres milenarias. Pero esa mujer de la que Serrano nos habla se ve de pronto en un punto de quiebre; pierde a su hija y ello cambia toda su perspectiva. En primer lugar porque le dicen que murió poco después de nacer sin permitirle ver el cuerpo y tanto su instinto como la lógica le dicen que le están mintiendo, y en segunda porque al decidir enfrentar lo que considera una farsa y encontrar a su bebé, le da la espalda al orden establecido. Toma contacto con una abogada que decide primero ayudarla en su lucha y luego ella misma se convierte en la voz de muchas otras, formando una poderosa organización de mujeres que, como ella, han perdido mucho y no están dispuestas a seguir callando.

La historia está narrada en primera persona, da grandes saltos, y vemos pasar la vida de la protagonista frente a nuestros ojos; algunas cosas nos llenarán de orgullo e ilusión, otras borrarán esos sentimientos de un porrazo ante la crueldad de la vida, para luego volver a aferrarnos a la esperanza, por pequeñita y efímera que pueda parecer. 

Recomiendo mucho esta historia tan sensible y realista, tanto para quienes disfrutan de este tipo de obras, como para quienes conocer la obra de Marcela Serrano. 

21 julio 2015

CHARLOTTE: DAVID FOENKINOS



Charlotte Salomon, pintora alemana de origen judío, deja Berlín tras una infancia marcada por una tragedia familiar y una relación amorosa que dejará en ella una huella definitiva, y pone rumbo a Francia huyendo de los nazis. En el sur de Francia le esperan sus abuelos, quienes custodian un secreto que Charlotte no puede conocer. Allí comienza a componer su fascinante autobiografía a través de una obra única. Al saberse en peligro confía sus cuadros a su médico a quien confiesa: «Es toda mi vida». Charlotte muere a los veintiséis años en Auschwitz, lejos de su gran amor.


Su historia es la historia de un destino trágico. ”Charlotte” es la búsqueda de un escritor fascinado por una artista y es una novela que, como la obra de Charlotte Salomon, inventa una nueva forma de arte. La novela ha sido galardonada con los Premios Goncourt des Lycéens 2014 y el prestigioso Renaudot.



Hay libros que marcan, que te dejan en un estado de desconcierto y dolor que no sabes cómo manejar y que pasada la resaca de la lectura te das cuenta que ha pasado a formar parte de ti y que, si sabes escuchar, sus páginas harán de ti, sino una mejor persona, al menos una que puede verse a sí misma con mayor indulgencia y cariño. Charlotte, para mí, es uno de ellos. No podía creerlo cuando di con este libro, pensé que sería difícil de conseguir y en realidad prácticamente se presentó ante mí; quiero pensar que estábamos destinados. 

David Foenkinos reconoce que escribió este libro llevado por la obsesión que le produjo la figura de Charlotte Salomon desde que supo de ella gracias a una exposición de su obra; cuenta que se quedó literalmente sin palabras frente a esas pinturas tan complejas, que parecían gritar tantas cosas. De modo que se volcó a recoger los pasos de esta artista, quería saber más de ella, conocer sus motivaciones, esa vida trágica que le tocó en suerte y que ella decidió abrazar tanto como le fue posible.

Charlotte Salomon era una superdotada, tenía un temperamento muy particular heredado, quizá, de esas mujeres de su familia, aquellas que escondían  mundos interiores tremendamente complejos, casi infiernos en vida en la medida en que permitían que la desgracia y la depresión les afectara a este grado. Fue el caso de su tía, la hermana de su madre de quien hereda el nombre, una mujer que se suicidó lanzándose de una ventana de su casa con solo dieciocho años, hecho que marcó profundamente a la madre de Charlotte, que nunca pudo recuperarse de este trauma; adoraba a su hermana y no hubo forma de volver a ser ella misma. Esta mujer hizo lo posible por llevar una vida normal, se hizo enfermera, conoció a un médico entregado a su profesión y se casó con él, teniendo luego a Charlotte, pero la depresión fue una constante en su vida hasta que se suicida dejando a su hija muy pequeña; a ella, por cierto, le hicieron creer que su madre había muerto de una enfermedad, no supo la verdad hasta varios años más tarde, y esto la marcó de forma terrible.







"Mientras la guerra continuaba, me senté junto al mar y vi la profundidad del corazón de la humanidad"








Charlotte formaba parte de una familia bastante acomodada, con cierto prestigio en Alemania, pero eran también judíos, y cuando la amenaza Nazi se sumió sobre el país, no hubo manera de permanecer a salvo. Pese a ello, cuando su padre contrajo segundas nupcias con una famosa cantante, Charlotte conoció el mundo del arte y empezó a encontrar en la pintura el escape para su difícil vida; se enamoró locamente del maestro de canto de su madrastra, Alfred, un hombre que la alentó a desarrollar su talento, al grado que consiguió entrar a la escuela de Bellas Artes de Berlín pese a que en aquella época era casi imposible para un judío el conseguir un cupo. Sin embargo, el horror de la guerra y el fanatismo avanzaba, al grado que debió dejar la escuela y seguir a sus abuelos maternos en su refugio en Francia. 

En determinado momento, debido al suicidio de su abuela y al conocimiento de la verdadera causa de la muerte de su madre, Charlotte se vio frente a un punto de quiebre en su vida; dejarse arrastrar por esa pasión y dolor que le corroían el alma y renunciar a su vida, o entregarse al arte y buscar en él la salvación. Optó  por lo segundo y, con un ritmo impresionante, tal vez presintiendo lo cerca que tenía ya a la muerte, creó su gran obra "¿Vida o teatro?" / "Leaben oder Thether?: Ein Singspiel", una serie de pinturas autobiográficas que no solo constan de pinturas en realidad, sino también de texto, poesía, conversaciones interiores y referencias musicales. Tal y como le dijo al Dr. Moridis, quien se convirtió en guardián de su obra al confiársela: "Mantenlo seguro, es toda mi vida".

Foenkinos escogió un estilo de narración curioso y original para narrar la historia de Charlotte; frases cortas que culminan en un punto y aparte, lo que le dan un aire casi poético, muy real. Según él, era la única forma de contar una vida tan trágica, poner un punto para recuperar el aliento y seguir con la historia. Si bien los libros con este tipo de narración pueden ser un poco desconcertantes, por así decir, no cuesta nada verse envuelto por el estilo y sentirse parte de la vida de Charlotte. Aunque la guerra y sus consecuencias ocupan un lugar importante de la obra y no se endulzan las cosas, sino que se habla de ellos con objetividad y sin adornos, este no es un libro acerca del horror y la muerte, sino de la vida. Es la historia de una mujer extraordinaria que pudo rendirse al dolor, nadie la habría culpado, motivos no le faltaban, pero escogió abrazar su desgracia y desnudar su corazón, viviendo quizá por esas muchas mujeres de su familia que no pudieron continuar; Charlotte es un canto de esperanza realista que recomiendo de todo corazón.









"Viviré por todas ellas”

05 julio 2015

EL AMANTE JAPONÉS: ISABEL ALLENDE



La historia de amor entre la joven Alma Velasco y el jardinero japonés Ichimei conduce al lector por un recorrido a través de diversos escenarios que van desde la Polonia de la Segunda Guerra Mundial hasta el San Francisco de nuestros días. «A los veintidós años, sospechando que tenían el tiempo contado, Ichimei y Alma se atragantaron de amor para consumirlo entero, pero mientras más intentaban agotarlo, más imprudente era el deseo, y quien diga que todo fuego se apaga solo tarde o temprano, se equivoca: hay pasiones que son incendios hasta que las ahoga el destino de un zarpazo y aun así quedan brasas calientes listas para arder apenas se les da oxígeno.



Cuando me preguntan por mis autores favoritos me veo en un verdadero problema porque son muchos los que me gustan, pero hay dos nombres que tengo siempre muy presentes y que son en cierta medida también referentes para mí; Jane Austen e Isabel Allende. Mi afecto y respeto por la primera no es sorpresa, los menciono con frecuencia, y creo que lo mismo me ocurre con Isabel, con la diferencia de que al ser una escritora contemporánea y que continúa escribiendo de forma bastante prolífica, por cierto, se da con frecuencia el hecho de que no siempre me gusta todo lo que publica. He leído toda su obra  y creo que fue a partir de Inés del alma mía que no logré enganchar con ninguna de sus obras de la forma en que me ocurrió con las primeras, en particular con La casa de los espíritus. El año pasado publicó El juego del Ripper, un experimento, como ella misma lo llamó, con la novela policial y en cierta medida juvenil, y aunque lo disfruté más de lo esperado, continué echando de menos a esa Isabel que tanto me gusta. Con El amante japonés, su último libro, sin embargo, tenía un buen presentimiento, y me alegra haber acertado; siento que la autora ha vuelto a sus raíces.



En esta novela nos presenta la historia de varios personajes, aunque se enfoca en dos o tres de ellos de forma específica, poniendo énfasis en los femeninos, que me parece son los que mejor logra plasmar en el papel. Alma Belasco, talentosa artista y matriarca de una acaudalada familia de San Franciso decide un día dejar su opulenta vida y retirarse a una residencia para ancianos llamada Lark House, donde conserva parte de su independencia, pero se ve al mismo tiempo formando parte de esta suerte de colmena habitada por diversos personajes, uno de ellos quien se convertirá en una amiga, compañera y asistente, Irina Bazili, una joven de veintitrés años, dueña a su vez de un pasado complejo que la atormenta.

Es a partir del encuentro de estos personajes y gracias a la confianza que  nace entre ambas mujeres que conoceremos la poderosa y conmovedora historia de amor entre Alma y el que fuera hijo del jardinero de su hogar en San Francisco, Ichimei Fukuda. La autora nos narra el nacimiento de esta relación muy a su estilo, partiendo de una bien cimentada amistad de dos almas afines al descubrimiento del amor romántico en medio de difíciles circunstancias. Hay muchos obstáculos para que este amor llegue a buen puerto; los prejuicios raciales de la época, la diferencia social que Alma considera más de lo que debería, pero sobre todo el horror de la guerra en Europa, el papel de Japón en la misma y como la postura de esta nación afectó a sus ciudadanos radicados en Estados Unidos, país que tomó decisiones vergonzosas y deplorables para con estos inocentes. 



Si bien me ha encantado la historia de amor de Alma e Ichi, ese aire de inmortalidad que la rodea, lo inevitable de su destino, sin duda lo que más he disfrutado de la historia ha sido lo maravillosamente delineados que están todos los personajes, tan vivos que casi puedes sentirlos a través del papel. Nadie es perfecto, todos tienen secretos, cometen equivocaciones y pagan por ellas, pero es precisamente eso lo que los hace más humanos y creíbles. He odiado algunos de los actos de Alma, la he compadecido y he deseado acompañarla en su camino, así como he sentido un cariño infinito por Irina, ese personaje un poco oscuro y a la sombra que va conociendo la luz gracias a esa anciana que se mete en su vida sin pedir permiso y que lleva con ella a sus recuerdos y otras cosas que ayudan a esta chica a desterrar a sus demonios.

Los hechos del pasado son narrados de forma precisa y muy bien ambientados de acuerdo a la época, sin adornar las penas ni las difíciles circunstancias que debieron vivir o mejor dicho sobrevivir Ichi y su familia, así como muchos otros de sus compatriotas. 

Sin duda, un libro precioso y un reencuentro con una autora excelente que nos recuerda que jamás se fue, simplemente estaba tomando un segundo aire y ha retomado la senda de la mejor forma posible. Estoy ansiosa por leer su próxima historia.

20 junio 2015

UN ÁRBOL CRECE EN BROOKLYN: BETTY SMITH



El clásico norteamericano sobre la infancia y juventud de una hija de inmigrantes en el Brooklyn de la década de 1920. Francie Nolan adora leer, y lo hace sentada en las escaleras de emergencia de su casa, a la sombra de un árbol. Esta es la entrañable historia de su vida y la de los Nolan en general, una familia pobre, de raíces irlandesas y austriacas, que llegó a América buscando prosperidad. Francie crece con un padre dulce pero débil y demasiado pegado a la botella, de manera que el verdadero soporte de la familia es su madre, que trabaja limpiando las escaleras de la vecindad. Un coro de familiares y amigos rodea a la familia, pero queda claro desde el principio que son las mujeres Nolan las que de verdad pisan fuerte en la vida. Como aquel árbol que le da sombra mientras lee, y que crece en el cemento, la ingeniosa Francie lucha contra toda clase de obstáculos para sobrevivir y salir adelante. Una novela repleta de personajes vivos, que recrea la década de 1920 en Brooklyn y el sueño americano de miles de inmigrantes.




Un árbol crece en Brooklyn ha resultado una lectura compleja y al mismo tiempo más simple de lo que esperaba, aunque parezca un poco contradictorio. Menciono lo de compleja porque pensé, luego de recibir muchas recomendaciones acerca de ella, que me engancharía de inmediato, pero no fue así; si bien disfruté mucho de la lectura desde un inicio, reconozco que no fue sino hasta la mitad del libro, aproximadamente, que me vi por completo envuelta en la trama, lo que, a la luz de todos los acontecimientos que se suceden a esas alturas del libro, me ha llevado a preguntarme si quizá esa no fue la intención de Betty Smith desde un principio. Me refiero a que durante las primeras páginas del libro se nos presenta la vida de esta familia, los Nolan, desde los ojos de la pequeña Francie, por medio de una serie de anécdotas que  nos permiten conocer su relación entre ellos, con el mundo, y consigo mismos. Sabemos acerca de cómo esta familia de raíces irlandesas y austriacas llegaron a Nueva York, como muchos otros inmigrantes en aquella época, en busca de una vida mejor y ese "sueño americano" del que se hablaba tanto. Gracias a la narración sencilla y amena de la autora, que da voz a Francie, conocemos sus carencias, las dificultades por las que deben pasar, ese vivir un día sí y otro también sin estar seguros de lo que depara el mañana, pero con el mejor de los ánimos la mayoría de las veces para esperar lo mejor. 

Francie es un personaje encantador, y la seguimos desde que es una niña hasta que crece bordeando la adolescencia, siempre con una serie de anécdotas interesantes y que grafican mucho el entorno en que vive. A Francie le encanta leer, al grado que va a la biblioteca como quien se acerca a una iglesia (muy identificada con ella en este punto), y está decidida a leer un libro de los que allí encuentra cada día, en orden alfabético (temo que no me veo tan reflejada aquí, jamás podría ser tan disciplinada con mis lecturas). Y a Francie no solo le gusta leer, sino que según crece, descubre una gran pasión por la escritura (definitivamente esta niña es de las mías). Pero no todo son libros y los sueños de una niña pequeña, no, en absoluto. Vemos también la relación de Francie con su hermano Neeley, que me ha parecido entrañable, y en particular conoceremos también a los adultos que la rodean. Debo señalar aquí a los padres de los niños, porque ambos me han parecido muy interesantes y ricos. Kathie, la madre, es una de aquellas damas dispuestas a hacer todo lo que está en su mano por sacar adelante a su familia, trabajar hasta el desmayo y procurar una vida mejor para sus hijos, por difícil que resulte y por poca ayuda que reciba. El padre, Jhonny, en cambio... no sé, tengo sentimientos encontrados con él porque es un hombre que me inspira tanta lástima como indignación; trabaja eventualmente de camarero, pero tiene un serio problema con la bebida, y me rompe el corazón ver cuánto ama a su familia y cómo Francie lo idolatra, pero él se ve arrastrado por ese vicio. 



Luego, en la segunda parte de la novela, como les comentaba, ciertos acontecimientos obligan a Francie a dejar parte de esa inocencia que conservaba y a enfrentarse a los horrores que la vida nos tiene deparados; pero no quiero entrar mucho en detalles para que así se animen a descubrirlos por ustedes mismos.

Algo más a resaltar de este libro es el maravilloso retrato que hace del Brooklyn de la época, cuando apenas empezaba a formarse gracias en gran medida a todos esos inmigrantes que literalmente sudaron y sangraron sobre sus calles para convertirlo en el lugar que nos es tan conocido, al menos gracias a la literatura. Sin duda, Un árbol crece en Brooklyn es un libro muy recomendable para cualquier lector; nos presenta personajes entrañables, una trama que te va envolviendo con suavidad hasta que necesitas saber qué depara el futuro a estas personas, y en particular a la pequeña Francie, que a mí, al menos, me ha robado el corazón.

"Son mágicos los instantes en que un niño se entera de que puede leer las palabras impresas. Durante un tiempo, Francie sólo sabía pronunciar las letras una a una, para luego juntar los sonidos y formar una palabra. Pero un día, mientras hojeaba un libro, la palabra "ratón" le apareció entera y de inmediato adquirió sentido. Miró la palabra y la imagen de un ratón gris se estampó en su cabeza. Siguió leyendo y cuando entrevió la palabra "caballo", oyó los golpes de sus cascos en el suelo y vio el sol resplandecer en sus crines. La palabra "corriendo" la golpeó de repente, y ella empezó a jadear, como si de verdad hubiese estado corriendo. La barrera entre el sonido de cada letra y el sentido de una palabra entera se había caído. Ahora, con un simple vistazo, la palabra impresa le revelaba su sentido. Leyó rápidamente unas páginas y estuvo a punto de desmayarse por la emoción. Quería gritarlo al mundo entero: ¡sabía leer! ¡Sabía leer!"

06 junio 2015

BLOGUERA CON BUEN ROLLO



Solita del blog Book, Colors & Stuff me ha nominado gentilmente al premio Bloguera con buen rollo, un título encantador; muchas gracias a Solita por la consideración. El premio, además de esa linda imagen, nos trae también un pequeño e interesante cuestionario que me ha parecido muy original y que espero responder tan bien como sea posible para estar a la altura. De modo que allá vamos, a ver qué sale:



1. ¿Cuándo empezaste con tu blog?

No estoy segura... Aunque abrí este blog hace muchos años, más que nada llevada por la curiosidad, no empecé a usarlo y a postear en él de forma frecuente hasta el 2010, si la memoria no me falla una vez más, de modo que es esa la época en que considero empecé en verdad la aventura de llevar este lugarcito. 

2. ¿Por qué decidiste crear un blog?  ¿De qué trata tu blog?

Como decía más arriba, llevada por la curiosidad; vi algunos blogs que llamaron mi atención y me dije que bien podría intentar crear el mío. Cuando empecé a postear con cierta regularidad no tenía una idea clara de qué deseaba compartir, creo que mis primeras entradas lo demuestran, son en su mayoría desvaríos; pero con el tiempo me he ido decantando, sin ser muy consciente de ello, la verdad, por un contenido relacionado con mis gustos, en particular la lectura, y de cuando en cuando comparto novedades de series, libros, e incluso música. 

3. ¿Te costó decidir el nombre del blog?

Curiosamente, no. Y digo que es curioso porque por lo general tengo problemas para poner títulos; pero en este caso fluyó con mucha facilidad; después de todo, intento compartir por aquí lo que sucede a mi alrededor, lo que veo y llama mi atención, lo que me gusta...



4. ¿Cada cuánto publicas un post?

No tengo una norma al respecto; en realidad, no tengo una sola norma relacionada con este blog o Entre letras... el otro que empecé hace no mucho. Posteo cuando lo deseo y acerca de lo que me provoque en el momento; tengo claro que este es un espacio en el que me divierto y por el que, suerte la mía, he podido conocer a gente genial que a su vez tiene espacios encantadores que procuro visitar con regularidad. La sola idea de verme limitada de cualquier forma en este mundo me deprime bastante, de allí que procure tomarlo todo con tranquilidad y nunca exponerme a contraer compromisos de ningún tipo. 

5. Recomiéndame un libro para leer y reseñar.

¿Solo uno? Ay, qué problema, es como preguntarme por un libro favorito... Bueno, te recomendaré uno que recomiendo a todo el mundo últimamente porque lo leí hace poquito y me enamoró por completo; no importa si lo reseñas o no, espero que tú y muchas más personas que amen leer se animen a buscarlo y conocer la historia de Mendel el de los libros, del gran Stefan Zweig. Para terminar de tentar, paso el link a la reseña que escribí para él y en el que le declaro amor eterno.

6. ¿Compartes tus publicaciones en otras redes sociales para darte a conocer? ¿En cuáles?

Sí, lo hago, o al menos cuando lo recuerdo y creo que puede ser de interés. Uso tanto Facebook como Twitter, en particular este último. Considerando mi reciente adicción a Pinterest, he pensado compartirlas también por allí, pero se me olvida; tal vez pueda armar un tablero más adelante.



7. Si eres escritora ¿en qué te inspiras al crear tus historias? Si eres bloguera ¿Cómo decides el tema del día?

Soy muy cauta con ese título; escritora siempre me suena grande, pero ya que es eso en lo que intento convertirme, y el llamarme a mí misma "intento de escritora" no suena muy bien, lo acepto. Respecto a qué me inspira, son muchas cosas, tantas y tan variadas que se me haría eterno el nombrarlas; además de que creo que la mayor parte de ellas solo tienen sentido para mí. Respecto al blog, es más sencillo, preparo reseñas cuando termino un libro o me provoca comentar algo que me ha llamado la atención.

8. ¿Tienes diferentes secciones en tu blog, cuál es tu favorita?

No tengo secciones por aquí, soy muy caótica y eso se nota, se encuentra de todo. En mi otro blog, sin embargo, de cuando en cuando me gusta compartir consejos de grandes autores acerca de la escritura.

9. ¿Qué nos recomiendas de tu blog?

No se me ocurre nada salvo recomendar el blog en sí. Me refiero a que, como decía, es un todo y espero que si encuentran algo que les resulte interesante, disfruten de su estadía por aquí; siempre estoy encantada de compartir mis ideas y, para quien guste, un tecito.



10. Cuando reseñas un libro, ¿qué criterios usas?

Qué poco seria me siento al decirlo, pero de nuevo dejo en evidencia mi informalidad en este tema. Solo comparto mis impresiones acerca de lo que el libro me ha hecho experimentar, lo que he sentido; mis conocimientos acerca del noble arte de reseñar son bastante limitados, un motivo más para admirar a quienes logran crear reseñas bien estructuradas y complejas. 

11. Si escribes, ¿cuáles de todos tus personajes son tus favoritos? Si no eres escritora ¿Qué personaje es tu favorito ya sea en libros, series o película?

Como autora, no puedo responder a eso con justicia, son varios los personajes que me gustan, todos tienen un lugar en mi corazón. Y como lectora, también está difícil, pero se me ocurre mencionar en este momento a dos de ellos porque precisamente acabo de releer los libros de los que son protagonistas; Fermín Romero de Torres, de La sombra del viento de Zafón, y Clara del Valle, de La casa de los espíritus de Isabel Allende. 

12. Solo si eres escritora ¿Qué libro de los que has escrito es el que más aprecias y por qué?

Todos y cada uno de ellos; no que sean muchos, pero me pasa lo mismo que con mis personajes, no podría distinguir a uno sobre otro. En todo caso, estoy muy enamorada en este momento del que estoy escribiendo...

13. Recomiéndame una canción, inserta un video de Youtube.

La música es elemental en mi vida, así que se me ocurren varias, pero opto por una que estoy escuchando en estos días con mucha frecuencia. Creep es una canción preciosa de Radiohead, pero siento una debilidad tremenda por la versión que hizo Karen Souza en tono de Jazz, es una joya.


24 mayo 2015

MAGIA EN LAS ESTRELLAS: ELIZABETH BOWMAN



Estrella es una joven de diecinueve años que desde la muerte de su abuela y de su madre vive completamente sola en los bosques gallegos. Como todas las mujeres de la familia, ha heredado los dones de la clarividencia, el toque sanador, así como conocimientos en herboristería y hechicería.

Diego Valmaseda es el procurador fiscal del Santo Oficio, que se desplaza a Arcadia para estudiar el caso de la bruja de la fraga.

¿Qué sucederá cuando la ciencia y la razón choquen de bruces con la superchería de cientos de años de antigüedad? ¿Podrá el corazón de un hombre sensato resistirse a la razón y a lógica para sucumbir a los encantos de la inocencia y el amor?



Hoy traigo por aquí una novela romántica que leí tan pronto como salió publicada, pero que por un motivo u otro no reseñé en su momento. Ahora, sin embargo, toca subsanar ese error y contarles qué me pareció la lectura de Magia en las estrellas de Elizabeth Bowman.

Creo que es importante señalar que he leído casi todo lo publicado por la autora, así que obviamente me gusta mucho su estilo y es siempre un placer conocer una de sus nuevas historias. Esta que comparto hoy es la última publicada bajo el sello de Romantic Ediciones y, como podrán ver, la portada es preciosa, la que, sumada a la sinopsis tan interesante, forman una combinación más que tentadora. 

Siempre me ha llamado la atención el tema de las mujeres que fueron tachadas de brujas a lo largo de la historia, las injusticias cometidas contra ellas y todo lo relacionado con sus vidas. Ese es el caso de nuestra protagonista, Estrella, una joven muy sencilla, de vida humilde y solitaria, no porque lo deseara así, sino porque el destino le fue arrebatando a las mujeres de su familia, su abuela y su madre, de quienes aprendió la ciencia de la sanación, el uso de plantas y, también, y aquí algo interesante, de quienes adquirió también el don de la clarividencia. Entonces, esta joven vive acompañada tan solo por un gato en medio del bosque con todos los peligros que ello supone, pero tiene la bastante fortaleza para llevar una vida independiente, lo que a ojos de quienes la ven a lo lejos solo la hace más peligrosa.



Como no falta nunca una mente más intolerante que la de la mayoría, un sacerdote decide denunciarla al Santo Oficio, que envía a un procurador, Diego Valmaseda, para que examine su caso y decida si es o no una maligna bruja. Sin embargo, el sacerdote de marras no podía saber que el procurador es en realidad un hombre bastante sensato que no tiene ninguna intención de mandar a nadie a la hoguera, sino que busca conocer a la acusada y saber quién es en realidad. Y de aquí parte la premisa de la historia de amor, desde luego, con un desarrollo interesante y creíble, con una atracción que va creciendo de ambas partes hasta llegar a un punto culminante en que, mientras ambos aclaran sus sentimientos, se verán también obligados a enfrentar sus propios demonios y tomar decisiones acerca de su destino. Además, hay más de un interesante secreto relacionado con la vida de Estrella que se nos irán develando según se avanza en la trama, todos muy oscuros, pero su resolución es elemental para que el desarrollo de este personaje y su relación con Diego llegue a buen puerto. 

Como es evidente, he disfrutado mucho de esta historia, me ha parecido no solo muy romántica, como todas las de la autora, con una narración muy elegante y cuidada, sino que también me ha servido para conocer un lugar del mundo que me pareció fascinante y aprender también acerca de una época y unos personajes que no me extrañaría hubieran vivido entonces. La recomiendo mucho a los amantes del género y también, claro, a quienes sientan el deseo de disfrutar de una hermosa historia romántica.

05 mayo 2015

JOSEFINA, LA EMPERATRIZ DE NAPOLEON: BERNARD CHEVALLIER



Qué no se ha dicho, escrito, cantado sobre esta mujer que fue alternativamente criticada, adulada, abrumada, enaltecida, y de quien la leyenda no ha conservado hasta nuestros días más que la imagen encantadora y grácil de una mujer-niña. Seductora, por cierto, Josefina lo fue debido a su soberana soltura, su elegancia y su e extremado refinamiento, pero cuán superior se revela la que se transformó en emperatriz por gracia de Napoleón Bonaparte, esa dama sin la cual el emperador no habría sido lo que fue. He aquí, por fin, en la pluma de Bernard Chevallier, un análisis objetivo de esta cautivante personalidad, a quien la historia, largo tiempo ciega, aún no le había hecho justicia. Una vez pasados los años revolucionarios, lo que nos ha quedado de su correspondencia y el testimonio de sus allegados más fieles revelan no sólo a una esposa profundamente apegada al emperador, madre y abuela atenta, sino también a una mujer de buen corazón, compasiva, siempre bien dispuesta para con sus amigos y los que recurrían a ella. Un espíritu distinguido, abierto a las artes y la cultura, famoso por su afición a la botánica, cuya ciencia ella contribuyó a difundir en Francia con discernimiento y autoridad. Una mujer de mente perspicaz y lúcida que enfrentó con igual dignidad los mayores honores y las pruebas más crueles. íUna gran dama, en verdad!



Compré esta novela en al última Feria del Libro de mi ciudad, hace ya un buen tiempo, pero por un motivo u otro fui posponiendo su lectura hasta que hace unos días me animé con ella, y fue una buena decisión. Por lo general las biografías pueden ser interesantes y ágiles en su narración, como pueden ser también verdaderos compendios de datos que hacen un poco densa su lectura; al menos así ha sido hasta ahora en mi experiencia, pero este libro, por fortuna, entra en la primera categoría. Mi intención al empezarlo era ir avanzando con él de a pocos al intercalarlo con otras lecturas, pero me resultó tan interesante que terminé devorándolo en unos cuantos días.

Se sabe mucho acerca de la vida de Josefina, quizá demasiado, al punto que en la actualidad existen montones de datos, muchos de ellos sin un verdadero respaldo histórico que nos confirme la veracidad de lo que comparten; pero en esta obra lo que sobran son las pruebas y, sobre todo, el hecho de que ha sido escrito por un verdadero conocedor de la que fuera Emperatriz de Francia. Bernard Chevallier se presenta como un entendido en la historia de esta dama, un gran admirador que ha pasado buena parte de su vida estudiándola y custodiando muchos de sus recuerdos, y no por ello asume una postura deferente y parcial al compartir sus conocimientos, sino que nos narra las cosas como fueron, señalando los defectos de Josefina, así como resaltando sus virtudes.



Hay muchos hechos de su vida que desconocía, como el que fue encarcelada durante tanto tiempo en la época del Terror, o que vio cómo ejecutaban a su primer esposo en ese periodo tan oscuro de la historia de Francia. Su relación con Napoleón fue más estratégica que basada en un ideal romántico, aunque las cartas que le fueron enviadas por el corzo dejan en claro la pasión que compartieron. Sentía verdadera devoción por sus dos hijos, la misma que compartían ellos con ella, y se encargó de dejarlos en puestos clave que aseguraron su trascendencia. 

Quizá el mayor defecto de Josefina fuera su obsesión por comprar, no sabía cuándo detenerse, se endeudaba una y otra vez por cifras astronómicas para desespero de Napoleón, incluso cuando él ya la había repudiado para casarse con María Luisa y tener así su ansiado heredero. Decían quienes la conocían que no sentía mayor placer en poseer, sino en comprar, y si bien esto le costó muy caro, es cierto también que acumuló tal cantidad de obras de arte, por el que sentía verdadera pasión, que se hizo de un verdadero tesoro. 

En base a lo que nos cuenta Chevallier, comprobamos que Josefina fue, ante todo, una sobreviviente, y solo por ello su historia merece ser contad de forma justa. El que como personaje histórico guste o no es algo que cada quien tiene derecho a juzgar, claro, y eso es parte del encanto de leer esta biografía, que te concede muchas piezas para emitir un juicio propio. Muy recomendable.

26 abril 2015

BLACKMOORE: JULIANNE DONALDSON



En la Inglaterra de 1820 la única carrera para la mujer es casarse. Pero Kate Worthington conoce su corazón y sabe bien que nunca lo hará. Su plan es viajar a la India, aunque solo sea para encontrar la paz que le pide su espíritu inquieto y para escapar de una familia a la que aborrece. Sin embargo, su entrometida madre tiene otros planes para ella, así que le plantea un trato: podrá ir a la India, sí, pero solo tras haber conseguido—y rechazado— tres propuestas de matrimonio.

Decidida a cumplir su parte del trato, Kate parte hacia la mansión de Blackmoore, para pedir ayuda a su amigo de la infancia, Henry Delafield. ¿Será capaz de rechazar una propuesta que, en realidad, es lo único que puede dar alas a su corazón?



Julianne Donaldson es una autora que descubrí gracias a Edenbrooke, su primera obra publicada y caí rendida por su estilo sencillo y tan sentimental que me recordó a grandes autoras del género de la romántica y de algunas clásicas. En su momento hice una reseña para ese libro, que podrán encontrar aquí, y prometí que tan pronto como pudiera leer Blackmoore, su siguiente obra, compartiría también mis impresiones. Bueno, al fin me di el gusto de comprarlo, y lo he disfrutado de principio a fin.

Kate Worthinton es una de esas heroínas con las que resulta imposible no sentirte identificada porque es muy humana, con lo bueno y lo malo que ello implica. En este caso, es una joven inteligente, despierta, con un sentido de la aventura muy desarrollado, pero oprimida por una familia que deja mucho que desear. Un padre indiferente y encerrado en sí mismo, unas hermanas frívolas y egoístas y, lo peor, una madre que hace parecer a la señora Bennet de Orgullo y prejuicio como un ser angelical y preocupado por la felicidad de sus hijas; en verdad me atrevo a decir que es uno de los personajes más aborrecibles acerca de los que he leído últimamente y sentí una pena infinita por Kate ante todo lo que la pobre debe soportar. 

Por otro lado tenemos a Henry Delafield, nuestro protagonista, que es sencillamente adorable y encantador. No lo sé, quizá sea la edad y la experiencia, pero he llegado a un punto en mi vida, que aplica también a mis lecturas, claro, en que aprecio la bondad por sobre todas las cosas; siempre es interesante leer acerca de personajes complejos y oscuros, me encantan, pero sin duda caeré rendida ante un protagonista que se muestra sencillo, sin dobleces y que es todo generosidad y desprendimiento, como Henry.



Cuando Kate al fin se ve a punto de cumplir uno de sus sueños, el visitar Blackmoore, la propiedad que su querido amigo Henry alguna vez heredará y de la que tanto ha oído hablar, no puede estar más feliz, además de que está decidida a cumplir su sueño de viajar a la India con su tía favorita. Sin embargo, gracias a la intervención de su madre (¿he mencionado cuánto la odio?), ve en riesgo sus planes. De modo que debe transigir a hacer un extraño pacto: solo podrá visitar Blackmoore y hacer el viaje de sus sueños si consigue tres propuestas matrimoniales, las mismas que deberá rechazar.

Bajo esta premisa, Donaldson nos lleva a la hermosa Blackmoore, una casa cargada de secretos, que nos es presentada de forma perfecta con descripciones al detalle que logran que sintamos casi como si estuviéramos allí. Es evidente lo mucho que Henry ama a Kate, excepto para ella, creo, y resulta frustrante ver cómo ella está obsesionada en alejarse de él y todo lo que la rodea, además de que ha prometido no casarse jamás; pero es gracias a sus pensamientos, ya que la historia está narrada en primera persona, y debido a esos inteligentes saltos al pasado que la autora intercala en la narración,  que descubriremos cuáles son los verdaderos motivos que llevan a Kate a actuar cómo lo hace. 

Blackmoore sigue la estela dejada por Edenbrooke; mantiene ese aire cargado de sencillez y exquisito romanticismo y me atrevo a decir que lo supera un poco en lo que se refiere al desarrollo de personajes secundarios y la complejidad de la trama. Un libro muy recomendable. 


22 abril 2015

FELIZ DÍA DEL LIBRO



“Ante ciertos libros, uno se pregunta: ¿quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta: ¿qué leerán? Y al fin, libros y personas se encuentran". André Gide.

06 abril 2015

UN CANALLA SIEMPRE ES UN CANALLA: SARAH MCLEAN



Diez años atrás, el marqués de Bourne fue expulsado de la sociedad sin nada más que su título nobiliario. Ahora, propietario del club de juego más exclusivo de Londres, el frío y cruel Bourne está dispuesto a hacer lo que sea necesario para recuperar su herencia. Incluso casarse con la perfecta lady Penelope Marbury.

Un compromiso roto y años sufriendo decepcionantes cortejos, han provocado que Penelope pierda cualquier clase de interés en un matrimonio convencional y tranquilo, quiere algo más. Sin duda es una suerte que su recién estrenado marido esté en disposición de mostrarle un nuevo mundo de placer.

Es posible que Bourne sea el príncipe de la decadencia en los bajos fondos londinenses, pero se ha jurado a sí mismo que mantendrá a Penelope al margen de toda aquella perversidad. Algo que va a suponer todo un reto cuando ella descubra el deseo y se atreva a apostarlo todo por él, incluso su corazón.



Escuché comentarios tan positivos para Sarah McLean y su obra que, al fin, me animé a ir por uno de sus libros y ha sido una de las mejores decisiones literarias que he tomado en mucho tiempo. Soy muy aficionada al género del romance, y si este es histórico, aún mejor, es mi perdición, pero hay mucha oferta en la actualidad y cuesta dar con un autor que tenga ese estilo en particular que me lleve a disfrutar de la lectura. Puedo nombrar a varias autoras de este género que se han convertido en mis favoritas, como Julia Quinn, Lisa Kleyas, Laura Kinsale, etc, pero hace un tiempo que no daba con una que me enganchara de la forma en que Sarah McLean lo ha hecho.

Un canalla siempre es un canalla es un libro sencillo con una premisa que no tiene nada del otro mundo, pero es el estilo de la autora, su habilidad para narrar, la que me ha conquistado; adoro encontrar brillantez en la simpleza, creo que es una de las cosas más difíciles de conseguir al escribir, y Sarah puede hacerlo. Esta novela está concebida como la primera de una serie, hasta donde sé se trata de una tetralogía y este es el punto de partida para conocer el mundo de El ángel caído, un club de apuestas en plena época victoriana regentado por cuatro administradores muy peculiares, cada uno con una historia bastante compleja. En Un canalla siempre es un canalla, se nos presenta a uno de ellos, quizá el más complicado y difícil de comprender, al menos para mí. Michael tenía una vida fantástica, heredero de un marquesado y contaba con excelentes amigos, la mejor de ellos, Penélope Marbury. Sin embargo, joven e impetuoso, cometió la tontería de jugar a las cartas buena parte de su heredad, y al perderla, decidió auto exiliarse y buscar su propio camino fuera de la sociedad a la que hasta entonces pertenecía; pero, y aquí lo que inicia su historia de amor con Penélope, se promete a sí mismo que cobrará venganza y recuperará lo que le fue arrebatado y que significa tanto para él; infortunadamente, Penny es un medio para conseguir ese fin, y es entonces cuando el marqués de Bourne va a tener que replantearse si debe aferrarse a sus rencores o estar dispuesto a perdonar y volver a ser la persona que era antes de que su vida diera un vuelco.



Los personajes están muy bien perfilados, en particular Michael, que no es tan fiero como hace suponer la sinopsis, y sí bastante complejo y con mucho por descubrir tras esa máscara que exhibe la mayor parte del tiempo; pero confieso que en ciertos momentos he visto cierta debilidad en Penélope que no me ha convencido del todo, y sin embargo,  lo tomo como esas sombras propias del ser humano, que no siempre actúa en consecuencias con sus actos, pero que visto como un todo nos muestra un mundo interior muy rico y, en particular en el caso de ella, desarrolla bien ese cuestionamiento propio de quien se ve manipulada por todo el mundo solo por vivir en una época en que la mujer no tenía derecho a elegir su futuro. Pero Penny, a su manera inteligente y racional, lo hace, y ello la convierte en una heroína muy interesante. La historia de amor en sí transcurre de forma creíble, sin prisas, y se aprecia aún más por el hecho de que nace de esa amistad y complicidad que une a los protagonistas desde su infancia.

Sin duda es un libro muy recomendable, perfecto para dar inicio a una saga que creo será de mis favoritas. Por lo pronto ya he leído la siguiente entrega, Amor con amor se paga y puedo decir que me ha gustado aún  más, que no es poco. En cuanto mis bolsillos se recuperen iré por la tercera entrega y me quedaré mordiéndome las uñas hasta que salga el cuarto. 

29 marzo 2015

LOS AÑOS DE ESPERA: FUMIKO ENCHI



Situada en Japón a finales del siglo XIX, “Los años de espera” es un admirable y sensible retrato de la condición de las mujeres en un país todavía inmerso en las viejas tradiciones feudales. Educada para cumplir el rol tradicional de su sexo, Tomo no sólo debe soportar las humillantes infidelidades de su marido, sino que incluso debe aceptar con sumisión el encargo de buscarle concubinas y acogerlas bajo su techo. Primero será la quinceañera Suga, luego vendrá la extrovertida Yuri... Esta novela plena de sutileza y de sentimientos contenidos nos presenta una galería inolvidable de mujeres que suscitan admiración por su entereza.



Los años de espera es uno de esos libros que, al menos para mí, parecen tenerlo todo para encandilar a un lector. La portada es muy sugerente, la sinopsis promete y, lo más importante, es obra de una autora insignia de la literatura oriental, como es Fumiko Enchi, una mujer con una historia personal interesante y que ha sabido volcar en su obra esa personalidad fuerte y profunda, pero sutil, con la que se abrió paso en el mundo literario hasta su muerte en 1986. 

La novela nos narra una saga familiar, haciendo hincapié en el punto de vista de Tomo, la esposa de un importante miembro del gobierno japonés en una época de quiebre para un país atado a sus tradiciones, que ve como el mundo cambia a su alrededor y que, queriéndolo o no, debe amoldarse a la modernidad y la influencia extranjera sin perder su propia identidad. Fumiko Enchi tenía una capacidad maravillosa para profundizar en la psique femenina y retratar los sentimientos de mujeres complejas y acostumbradas a callar con una sutileza que, curiosamente, podía semejar verdaderos gritos. Tomo es el ejemplo de la dignidad femenina, de una dama criada acorde a antiguas tradiciones en las que la norma era satisfacer al hombre con el que se hubiera visto en la obligación de casarse, criar a sus hijos, y callar frente a sus indiscreciones, pero Tomo se cuestiona todo sin necesidad de hacer alarde de ello; sencillamente es una mujer inteligente que ve cómo el mundo a su alrededor empieza a quebrarse y se pregunta hasta qué punto debería tolerar esa vida que, bien pensado, ella no eligió. 



Los años de espera es una historia relativamente breve y está narrada en tercera persona en largos capítulos, en los que los acontecimientos se suceden de forma suave y sutil, tal y como es Tomo, la protagonista. De un capítulo a otro, sin embargo, nos vemos sorprendidos por una serie de hechos que nos mantienen atentos a la historia y, algo muy interesante, la autora consigue introducir elementos comunes para ella, como los rituales de ese antiguo Japón y las maneras de sus habitantes de modo que en tanto transcurre la lectura una se siente casi parte de él y eso es maravilloso.

Los aliento a leer esta obra si les gusta la literatura japonesa, las sagas familiares, o simplemente desean encontrar un libro que retrate un tema interesante con maestría. 

22 marzo 2015

LA MAGIA DE LOS LIBROS



Encontré hace unos días una cita muy bonita de Cecilia Ahern que me gustó mucho porque sentí que me llegaba muy hondo, pone en palabras lo que quizá sentimos todos aquellos que amamos los libros. En lo personal, mis gustos de lectura varían de acuerdo a ciertas circunstancias o estado de ánimo, a veces ni siquiera tengo una idea clara de cuál será el siguiente libro a leer y ando un poco a la deriva; pero de pronto nos encontramos en un rincón con EL libro que me llama y que presiento que me va a encantar, o un amigo noble me recomienda aquel que se convertirá en uno de mis favoritos. Creo, tal como Cecilia, que los libros se abren paso a nuestra vida y les estoy muy agradecida por ello. Esta es la cita.




"Creo en la magia de los libros. Creo que durante ciertos períodos de nuestra vida nos atraen algunos libros en particular, ya sea caminando por los pasillos de una librería, sin la menor idea de qué es lo que queremos leer; y de pronto, encontramos el libro perfecto para nosotros, aquel que está justo mirándonos a la cara, sin pestañear. O en esa oportunidad en que nos encontramos con un amigo que nos recomienda un libro que en otras circunstancias jamás habríamos comprado por nuestra cuenta. Los libros tienen la capacidad de encontrar su propio camino hacia nuestras vidas"

18 marzo 2015

LOLA Y EL CHICO DE AL LADO: STEPHANIE PERKINS



Para la diseñadora de moda en ciernes Lola Nolan, las prendas de ropa más llamativas, más brillantes, más divertidas, más salvajes, siempre son las mejores. A pesar de su estilo extravagante, Lola es una hija ejemplar y una buena amiga, y tiene grandes planes para el futuro. Todo en su vida parece bastante perfecto (incluso su guapísimo novio roquero) hasta que los gemelos Bell se mudan de nuevo a la casa de al lado.

Cricket Bell ha vuelto y quiere arreglar los problemas del pasado. Y Lola deberá reconocer sus verdaderos sentimientos hacia él.



Escogí este libro a raíz de leer muy buenas reseñas para él y pensando en que me vendría de perlas para mi reto genérico, ya que no daba con un título juvenil para sumar a mi lista. Y bueno, Lola y el chico de al lado ha sido una lectura divertida y que me ha regalado momentos muy agradables; incluso me recordó mi época de adolescente, lo que a la vista de los años pasados nunca viene mal.

Creo que puedo señalar dos aspectos importantes del libro que creo son los grandes ejes alrededor de los cuales gira la historia y que en lo personal he recibido y me han impactado de formas muy distintas, una positiva y la otra no tanto. 


Por una parte, disfruté mucho la oportunidad de conocer a la protagonista de la historia, Lola, la que nos cuenta su vida en primera persona y de una forma muy fresca, divertida y honesta. Lola es la clase de chica a la que solo puedes querer, es independiente, dueña de una individualidad maravillosa que la lleva a imprimir su personalidad en todo aquello que hace, empezando por su vestuario, y que tiene una historia personal muy interesante pese a su corta edad. Hija adoptiva de una pareja gay fantástica, pero con unos padres biológicos que le han procurado más de una decepción, podría ir por la vida cargando todo un pesado fardo emocional, pero si bien este hecho tan doloroso la marca de forma evidente, también es notable su capacidad de abrazar lo que tiene, apreciarlo y ser feliz con ello. Cuando Crickett Bell regresa a casa, sin embargo, se ve en la disyuntiva de continuar con su feliz noviazgo con su novio roquero Max, o darle una oportunidad a su corazón y descubrir qué es lo que siente por el chico de al lado.

Y respecto a la relación de Lola y el chico de al lado es precisamente que va mi pega con la historia, lo que es una pena, pero me ha costado mucho "vivir" ese romance como me hubiera gustado. Me veo en la necesidad de usar la manida excusa de "no eres tú, soy yo" o, en este caso, "no es el libro, soy yo". Y sin duda así es, ya que siempre se me ha hecho muy cuesta arriba comprender y disfrutar de los romances adolescentes, será que cuando era una se me daban fatal también, de modo que no es tan raro... En fin, será que a esta edad y con mi experiencia tengo tan por seguro que nadie se muere de amor y que a veces un grado de madurez es lo más necesario para enfrentar los problemas, que la conducta irreflexiva y esas dudas propias de una edad tan especial me resultan un poco complicadas de apreciar. 

Creo, sin duda, que si hubiera leído este libro con diez años y unas cuantas penas menos, lo habría disfrutado un poco más. Pero esto no me impidió leer el libro de un tirón y pasarlo bien con las aventuras de Lola; es más, me atrevería a decir que solo por conocer a un personaje tan rico y singular esta lectura vale mucho la pena, y si sumamos a todos los otros personajes interesantes que componen este libro, no hay pierde.