30 octubre 2010

FIESTA VIRTUAL: MANOS A LA OBRA


Seguro que no se han olvidado de la Fiesta Virtual de Marcela, del Blog Colorín Colorado. Bueno, igual nunca está de más refrescar la memoria, que con tantas cosas que hacer, a uno se le puede pasar.

Y de "hacer" justamente va la cosa. La tarea era sencillamente dedicar estos días que pasaron para llevar a cabo alguna tarea o deseo, de muchos esos que hay, que por un motivo u otro vamos aplazando. Lo que fuera, arreglar la casa, ir al médico, terminar alguna manualidad, un libro, opciones había por montones.

¿Qué escogí yo? Ah, bueno, estuvo un poco difícil, no porque no tuviera muchos pendientes, sino porque no me decidía a cuál atacar. Al final, opté por algo que me salió al paso justamente cuando leí la entrada de Marcela, de modo que si eso no es destino, no sé qué es.

Les he contado alguna vez que me encanta la repostería y todas esas cosas relacionadas con la cocina. En lo posible, practico en casa cocinando para la familia, pero no es lo mismo que aprender de los maestros, y conocer todos esos truquitos que no vienen en las recetas.

De modo que decidí inscribirme en un curso de Panadería y Pastelería, que así se llama, porque no llegué al de respostería común, y este es más complicado y demanda más tiempo, pero también aprendes cosas un poquito más elaboradas. Son un par de clases a la semana nada más, pero estoy muy contenta de haberme decidido a tomar el curso. La profesora es medio gruñona, pero un amor, y he hecho buenas amistades.

Pero a lo nuestro, vamos, que con hablar no basta. Me hubiera gustado tomarle fotos a todo lo que he hecho, pero les soy honesta, y reconozco que con la familia y yo no damos tiempo, casi todo sale volando en un dos por tres, pero me las he ingeniado para hacer algunas tomas.

¿Se acuerdan de la entrada referente al Señor de los Milagros? Más de uno me preguntó acerca del turrón de Doña Pepa, el postre criollo ese tan conocido y con buena pinta. Pues fue uno de los primeros que aprendí a hacer, y créanme que mi respeto por los panedores se ha ido hasta la estratósfera, no es nada sencillo pero si muy satisfactorio.

Que primero hacer la miel, y luego los palillos de masa.


¿Y cuando lo unes y decoras qué sale? Pues una cosa así.




Y como decía, el pobre turrón voló, lo mismo que las otras cosas que he ido aprendiendo, como varios tipos de pan de diario, y la buenísima pizza, de la que lamento no tener ni una pobre foto; lo siento, no me dieron tiempo, fue imposible, debo aprender a controlar a mi familia.

El curso sigue hasta Diciembre y espero ansiosa aprender algunas cosas más, que no sólo gustan en casa sino que son parte de las tradiciones navideñas, como son el Panetón, que creo en otros países también se le conoce como Pan dulce, lo malo es que nosotros lo adaptamos todo a nuestra habla, y una no sabe qué está diciendo, pero dejo foto para que se hagan una idea.



Sin olvidar la clásica Rosca de Reyes, que me parece es más conocida.



Así que en esas ando, entre masas, cocinas, y todas esas cosas. Les diré que es mucho más relajante de lo que hubiera imaiginado, eso de llegar apurada del trabajo diario y ponerte a mezclar, amasar, bromear un poco también, porque no sólo de pan vive el hombre, y hasta en lo que leva la masa me da tiempo de escribir un poco, es cosa de acomodarse y esconder la libreta de la profesora. Me han dicho también que a fin de año habrá una exhibición y desde ya me muero de la pena de tener que ir pan en mano frente a un montón de extraños, pero supongo que en su momento lo asumiré y seguro le encuentro lo divertido.

Bueno, pues ese ha sido y continúa siendo mi proyecto de la Fiesta, y le agradezco muchísimo a Marcela por esta genial idea, que si no fuera por ella, seguro no me animaba a inscribirme y como cada año, habría dicho que para el siguiente.

Y nada más desde este rincón por hoy, disfruten su Halloween, o Día de la canción criolla si hay peruanos por allí, o aún mejor, disfrútenlos ambos.


CUANDO LAS CALABAZAS BAILAN VALS

halloween

Se viene la Noche de Brujas, o ya estamos casi en ella, por lo que ocupo algunas horas en ayudar a mi sobrina a preparar su disfraz, porque ha escogido un traje de marinera para este año que con tantas enaguas, su madre y yo nos quedamos sin dedos, pero va quedando bien, a pesar de mi poca habilidad con la aguja.

Recuerdo que cuando era pequeña me disfracé sólo una vez, y aún arrastro el trauma de verme rodeada por montones de niños que correteaban alrededor de nosotros, será que le tengo un poco de tirria a las multitudes. Para rematarla, le dimos todos nuestros dulces a una señora, porque ella no tenía para darnos a nosotros; los niños son increíbles.

Bueno, ¿pero a cuento de qué viene el título del post? Pues resulta que en mi país el 31 de octubre no sólo se celebra Halloween, sino también el día de la Canción Criolla, así que es muy común que en esta época se armen discusiones acerca de qué es más importante, y ese tipo de cosas. En lo personal, me gustan ambos, así que no veo problema para ir a escuchar unos buenos valses y disfrutar con los chicos que dan vueltas por allí disfrazados. Mi hermano se irá a una fiesta en la Fortaleza del Real Felipe, un monumento histórico que está en el Puerto del Callao, y le he pedido que me tome muchas fotos, porque nunca la he visto de noche, y yo no iré, ya que como les decía, las multitudes me agobian.

Entonces, a disfrutar esta noche que se viene, con mucha magia por todas partes, y un poco de música criolla para entrar en ambiente. Oído a la letra de este vals que es preciosa, y no tan conocido como se merece.

28 octubre 2010

DE "EL HOBBIT" Y PORQUÉ PETER JACKSON QUIERE TRAUMATIZARME

OMG!

Desde que llegó la noticia de que Peter Jackson llevaría a la pantalla grande "El Hobbit", estaba feliz como una perdiz. Adoro el libro, y aunque en parte hubiera preferido que se animaran por "El Silmarillion", soy conciente de que esta obra es muy difícil de llevar al cine. De modo que desde el anuncio, ando muy atenta a todas las novedades, y ya empezaba a morderme las uñas cada que me enteraba de algún cambio, incendio, descoordinación, en fin, que ha pasado de todo y esta debe de ser una de las pre producciones más accidentadas de todos los tiempos.

Pero estos días nos hemos enterado de algunas noticias de avances al fin, lo que me ha hecho soltar un suspiro de alivio, y aquí entre nos, algún alarido de espanto.

En primera, ya tenemos actor para interpretar a Bilbo Bolson, lo que es genial, y valgan verdades, me parece que está que ni pintado Martin Freeman para el rol. Me olvidaré de su papel de actor porno en Love Actually, y de que es también el fabuloso Watson en la versión de la BBC, para pasar a imaginármelo de medio metro y con pies peludos. Sólo véanlo, si tiene toda la pinta.


Pero de la satisfacción, pasamos al terror, o al menos a poner cara de "Ay, Dios mío, pero qué es esto". Porque no sé en qué va pensando Jackson para ir a buscar actores guapos con las que una babea un poco y proceder a "enanizármelos".

Miren nada más a Richard Armitage, tan divino, y un caballero encantador, que hará de líder de los enanos, el nunca bien ponderado Thorin Oakenshield.



Ah, pero falta todavía. Este como que da un poco la talla, y no me refiero al tamaño, sino que tiene un aire rudo que podría convencerme. El buen Rob Kazinsky.



¿Más galanes? Por favor, recordemos que eran doce enanos. Ya, este que viene no es muy mi tipo, y la verdad que si lo veo hecho un enano, y uno muy mal geniado, por cierto. Graham McTavish.



Con el señor Peter Hambleton tendremos la voz de la razón, o tanta como se puede tener cuando de testarudos enanos se trata.



Y aquí va lo que fue una estocada al corazón para mí, si todavía no supero el espanto, y seguro que cuando vea la película, me va a dar algo. Mi queridísimo Aidan Turner, el vampiro Mitchell de Being Human, adorable desde donde se le vea, será nada más y nada menos que el encargado de interpretar a los gemelos enanos, así que todavía la cosa será por partida doble.



Y faltan varios, pero aún no están confirmados, así que nada, a imaginar al actor más lindo que te llame la atención de todos estos, y no queda otra que asumir que terminará hecho un Gimli, con el perdón de John Rhys-Davies. O sea, algo así.



De modo que nos vamos enterando de muchas cosas, y a tener paciencia que vaya Dios a saber para cuándo es la fecha exacta de estreno. Eso sí, más le vale a Jackson ir confirmando a Sir Ian Mckellen, que se está tardando, y todos sabemos que no existe otro Gandalf. Lo demás, bueno, el maquillaje se quita, y confío en que todos harán un papel fenomenal. Además, ¿se imaginan esa alfombra roja?

26 octubre 2010

PREMIO DE UN JARDÍN ENCANTADO


A ver, me ha pasado la encantadora MariCari este premio más que divino, porque yo a Bob Esponja lo quiero mucho, uno de mis "oscuros secretos".

Me encantan estos detalles porque están llenos de dulzura, y cuando alguien piensa en ti para hacerte llegar una muestra de aprecio como esta me alegro mucho.

Ah, pero todo no es maravilla, porque la querida MariCari tiene un as bajo la manga, y el premio viene con un truquito, algunas reglas que paso a explicar:

1. Crear un post en tu blog
2. Copiar la imagen y las preguntas
3. Mencionar a quien te lo ha entregado
4. Contestar las preguntas
5. Pasarlo a diez blog

Casi nada, ¿eh? Bueno, ya voy cumpliendo la primera, segunda y tercera, ahora vamos por la cuarta.

1 ¿Por qué creaste tu blog?

De puro curiosa, lo confieso, porque veía esto de los blogs y me daba curiosidad, así que hice uno en el 2007, posteé una entrada y lo olvidé, atarantada como soy. Luego, cuando empecé a escribir y leer fics, jugando con otras nuevas amigas, me interesó el asunto y recordé que en realidad ya tenía uno. De allí recuperé la contraseña y desde el año pasado estoy posteando con regularidad. Sobra decir que he conocido a gente fenomenal por aquí, y espero no irme en mucho tiempo.

2. ¿Qué tipo de blog sigues?

De todo tipo, me gusta particularmente cuando una persona con unas cuantas palabras te hace sentir como si lo conocieras de toda la vida, independientemente de cuál sea el contenido de las entradas; bien dicen que las palabras desnudan al ser humano y aquí si que aplica ese dicho.

3. ¿Tienes alguna marca de maquillaje preferida?

Ah, pues eso está difícil, porque apenas si me maquillo y lo poco que tengo me lo han regalado, es raro que gaste en esas cosas, así que no tengo una preferida.

4. ¿Y de ropa?

¿Qué clase de mujer soy? No, tampoco me fijo mucho en eso, con que me guste y sea de buena calidad me quedo más que contenta.

5. ¿Tu producto de maquillaje imprescindible?

Y vamos, que casi no me maquillo. A ver, si algo uso pues si que sería un brillo labial, nada más.

6. ¿Tu color favorito?

Para mirarlo, el rojo; para vestirlo estoy entre el negro y el turquesa.

7. ¿Tu perfume?

Le he cogido manía a uno que se llama "Implicit"; me gusta porque me hace pensar en el Lejano Oriente (larga historia, nada oriental).

8. ¿La película que más te ha gustado?

Hay muchas, muchísimas, soy una adicta a las películas. Pero si me preguntas ahora, me quedo con El Laberinto del Fauno, que debe de ser una de las que más me ha llegado. Tal vez sea porque tengo un espíritu soñador y esta película es magia pura, o porque la historia en sí me conmueve tanto que cada que la veo termino hecha un mar de lágrimas. De allí hay muchas más, como Orgullo y Prejuicio, Eterno Resplandor de una  mente sin recuerdos, Gladiador, El Arca Rusa, El Retorno del Rey, y podría seguir hasta el infinito, así que pongámosle muchos etcétera.

9. ¿Qué países te gustaría conocer y porqué?

Hace un par de años habría puesto sin dudar que Grecia, Japón e Inglaterra, y siguen en mi extensa lista, pero la verdad es que ahora sería muy feliz de poder visitar cada lugar en el que viven ustedes, amigos. No importa si está en este lado del charco o en el otro, me haría feliz conocerlos a cada uno de ustedes, y a sus terruños, claro.

10. Esta pregunta háztela tú y respóndela.

Bueno, asi será. ¿Crees en la magia?

Por supuesto que sí, por allí está, en todas partes, sin necesidad de varitas, aunque no me disgustaría para nada tener una; en las cosas más sencillas y las personas menos pensadas. La vida es mágica.

Y ahora, la quinta ley, que es pasársela a diez blogs amigos. Para no repetirme con MariCari, doy una mirada y así lo paso.

La maravillosa Princesa Fiona, a la que extraño tanto en su Pantano Encantado.

Luciana, tan divina, del Blog Orgullo y Prejuicio.

Bijoux Roos, que siempre nos deleita con su arte, ahora me gustaría conocer un poquito más de ella.

Alma, con quien compartimos este gusto por la escritura.

40añera, claro que no podía faltar ella, siempre tan amable.

Mayte, a ver si así podemos conocernos algo más, después del Juego del Relato.

La encantadora Lady Darcy, que se le extraña por estos pagos.

Magui, de Ángeles y Palomas.

Pandora, de La Habitación de Pandora.

Tracy, nuestra viajera incansable.

Y allí están mis queridas diez, a ver si se animan y lo hacen, que no tiene pierde y será maravilloso saber mas de ustedes.

24 octubre 2010

MIEDO

No sé qué me dio hoy, que me ha provocado compartir uno de esos originales que tengo guardados vaya Dios a saber desde cuándo, y aunque sé que hay montones de cosas que mejorar, no me gusta eso de cambiarles algo; prefiero tenerlos allí como quedaron en su momento. No es precisamente lo más bonito o alegre para empezar la semana, pero en la vida no todo es bonito o alegre, ya se sabe, así que allí dejo este relato un poco extraño que no es lo que se dice mi estilo, pero así salió, y por algo será.



Cada paso resonando en la moqueta semejaba al tic-tac de un reloj. El angosto pasillo olía a humedad, y la sensación de frío era sobrecogedora.

La puerta al final, con una aldaba de bronce en el centro, invitaba a correr en la dirección contraria.

Si esa voz no le hubiera susurrado una y otra vez, que extendiera la mano y la abriera, nunca lo hubiera hecho.

Un pasaje aún más oscuro le esperaba al otro lado, y debió dar un nuevo paso, luego otro, y la voz continuaba; a cada momento esa presencia se hacía más perceptible.

Casi tres metros adelante, otra puerta le impidió el paso. Cerró los ojos y rezó. Sí, el ateo rezó.

—Falta tan poco—allí estaba el susurro otra vez.

Y la figura se iba dibujando, y ya no era sólo una sombra; ahora podía reconocer a la frágil mujer enfundada en un vestido blanco, que daba a vueltas a su alrededor como lo hiciera tantas veces en el pasado. Sólo que entonces nunca le temió.

—Quieres tocarme, lo sé, sólo un poco más—insistió la voz.

Hubiera dado media vuelta, y corrido como si la vida se le fuera en ello, pero no podía. Ella estaba allí, lo llamaba. Cierto, sentía más miedo que deseo ahora, pero algo le impedía huir; era como si una fuerza invisible lo empujara hacia delante, y él no tuviera voluntad para resistirse.

Extendió la mano una vez más, con los ojos cerrados, tanteando hasta encontrar el cerrojo, y girando una manivela oxidada, consiguió abrirla.

Permaneció inmóvil, temblando, sin atreverse a mirar, temeroso de lo que le esperaba al otro lado.

—Abre los ojos o te caerás—le ordenó la voz, con suave tono burlón.

Respiró profundamente antes de obedecer, con las manos sudorosas.

No hubo mayor diferencia. No veía nada de lo que le rodeaba, apenas si vislumbraba una luz tenue al final del corredor, y hacia allí se dirigió.

Al llegar, sólo vio una pequeña estancia circular, con estanterías cuidadosamente colocadas para que se mezclaran con las paredes. Al centro de la pieza, un arcón de madera con un grueso candado, dominaba la vista.

—Se ve descuidado, nunca volviste—un leve tono de reproche surgió a sus espaldas.

El hombre se tapó el rostro con ambas manos, temblando sin control. ¿Por qué le había obedecido? ¿Qué hacía aquí? Era una locura.

Sintió un suave toque en el brazo derecho, como si le hubieran pasado una pluma, haciendo que la piel se encrespara, por el escalofrío que le recorrió la espina. El temblor lo hizo trastabillar.

—¡Ábrelo!—le ordenó la voz.

—No puedo—era la primera vez en horas que se negaba a lo que le indicara.

Haciendo un esfuerzo, respiró profundamente, y bajó las manos muy despacio. Deseó no haberlo hecho, porque allí estaba ella, justo frente a él, mirándolo con un odio que iba más allá de lo racional. Por supuesto, nada de lo que estaba ocurriendo era racional.

Esos ojos negros que lo vieran con amor en el pasado, ahora estaban fijos en los suyos con una frialdad escalofriante. Sentía que si extendiera la mano, podría tocarla, y sería casi corpórea.

—¡Ábrelo!—ahora señalaba el arcón con un ademán furioso.

Se preguntó qué ocurriría si corriera, si lograría alcanzarlo. Tal vez lo hiciera, pero no iba a poder tocarlo, ya se lo había dicho cuando fue a buscarlo. Pero también le advirtió que no tendría paz si no hacía lo que le ordenaba.

Y allí estaba, sin saber qué hacer. ¿Qué ya no había pagado bastante?

—Ha sido un martirio, lo juro, ya he cumplido—las lágrimas corrían sin poder detenerlas.

—No conmigo. Ábrelo—ella jamás había sido tan fría.

Con un ademán desesperado, dio un par de pasos hacia atrás, pero no se dirigió hacia la puerta, sino a una de las estanterías. Se arrodilló tras esta, y con cierto esfuerzo, extrajo un pesado objeto.

Ignoró la mirada satisfecha que ella exhibió, y con mucho cuidado, se acercó al arcón, sujetando el martillo de acero que acababa de tomar.

No lo pensó más, no se quejó más, no hubiera tenido sentido. Con un solo golpe logró romper el candado, cerrando los ojos para evitar las astillas que salieron dispersas en toda dirección.

—Juntos, muy pronto juntos—apoyó su mano sobre la suya, y la sintió más que nunca.

Dando un suspiro resignado, como el de un hombre agonizante, abrió el baúl, y aunque sabía lo que iba a encontrar, no pudo evitar el espasmo de terror que lo recorrió.

Una osamenta, que apenas si se mantenía unida, reposaba sobre unas mantas manchadas. Las cuencas vacías de la calavera le devolvieron una mirada que hubiera jurado, era de burla.

—Me abandonaste—pudo detectar algo de esa antigua dulzura.

—Lo siento—y lo hacía. Lo hacía ahora.

Decenas de imágenes empezaron a invadir su mente, imágenes que había procurado enterrar en lo más profundo de su memoria.

Él llegando a esa casa, alcoholizado, y furioso. Ella asustada, corriendo, escapando.

¿Por qué lo hizo? Nunca lo supo. Sólo recordaba haber corrido tras ella al jardín trasero, sacudirla como a una muñeca, y lanzar una piedra sobre su cabeza con una ira insana.

Luego cayó, y por más que intentó despertarla, no pudo. La sangre corriendo entre sus manos, los ojos abiertos, aterrados, que se apresuró a cerrar.

No supo nunca cómo logró arrastrar el cuerpo hasta esa habitación, que ella usaba para escribir. Cogió la llave de su escritorio, abrió el arcón, y la dejó allí, asegurando el candado.

Una fuerza que no reconoció entonces lo impulsó a limpiar todas las huellas del delito. Limpió pisos, recogió los muebles caídos, y selló las puertas como mejor pudo. Luego escapó.

Habían pasado cinco años desde entonces, nunca volvió a pisar esa casa. Buscó otro pueblo, y vagabundeó de aquí a allá, sin preocuparse por nada que no fuera olvidar. A veces temía que alguien lo encontrara, que lo culparan, pero nada ocurrió.

Y esa noche, en el quinto aniversario, ella volvió a buscarlo.

Tembló todo el tiempo, en el coche, siguiéndola por donde le ordenaba, por esos caminos que se le hacían tan familiares. Cuando vio la casa abandonada, quiso volver, pero no se lo permitió. Y allí estaba, contemplando su obra, su crimen.

La mano, que ya casi parecía humana, le tomaba el hombro con fuerza, pero sin lastimarlo.

—Dame mi justicia, y quédate conmigo—era más un lamento que una orden.

¿Qué podía hacer más que asentir? Le pedía justicia. La tendría.

Puso su mano sobre la de ella, sintiendo como si tocara un trozo de hielo.

Caminó hasta la ventana y descorrió las cortinas. La abrió, ignorando el chirrido ensordecedor, y miró hacia abajo.

Ella escogió esa habitación al mudarse porque debajo de esa ventana se encontraba una antigua fuente de piedra, ahora vacía. Decía que le inspiraba al escribir.

Ahora giró a mirarla con expresión cansada. Ella le sonrió, con ademán invitante, sin asomo de rencor en sus ojos.

Ese último rastro de nobleza le dio el coraje que le hacía falta. Subió con pesadez al alféizar de la ventana, y con una última mirada hacia atrás, se lanzó al vacío.

Tuvo suerte. Su cabeza golpeó directamente la fría piedra, tal como había esperado. Durante sus últimos segundos de vida, con la sangre que se agolpaba en su garganta, miró a lo alto, y la encontró allí, como la viera la primera vez, hacía ya tantos años. Estiró una mano para llamarla, seguro de que vendría a recibirlo para llevarlo con ella, pero la vio dar media vuelta, con una mueca desdeñosa.

Al fin tenía su justicia, ahora iba por su libertad; él iba a enfrentar ahora su verdadero infierno.


21 octubre 2010

CYRANO DE BERGERAC: "EL HOMBRE A UNA NARIZ PEGADO"


¿Quién no conoce la hermosa historia de Edmond Rostand? La hemos visto en cine, televisión, teatro, en todas partes, y siempre hay alguna referencia a él en la cultura popular.

"Poeta, héroe de guerra, filósofo y el más diestro espadachín. Cyrano lo tiene todo excepto a la mujer de sus sueños, Rosana. La ama en secreto y nunca podrá confesarle su amor. Ella es bella y él... tiene una enorme nariz. Cuando aparece el hermoso Cristián, que lo tiene todo excepto el don de la palabra, Cyrano encontrará la manera de expresar su amor a Rosana a través de las cartas que escribe bajo el nombre de Cristián. El plan surtirá el efecto deseado: conseguir el amor de Rosana. Pero... ¿cuál de los dos habrá logrado la conquista? ¿La belleza de Cristián o la poesía de Cyrano?"

Ese sería a grandes rasgos el sencillo y a la vez hermoso argumento de la historia que enternece y emociona a cualquiera, porque ¿quién se resistiría a semejante historia de amor? Y no gira sólo en torno a eso, el amor, sino que hay mucha acción, aventura, y algo de humor  negro por allí.

Hace unos días tuve la suerte de asistir a una función de teatro de esta obra, de donde extraje el resumen y salí tan feliz como emocionada. El elenco, de primera, lo que me alegra mucho, y lo mismo con la dirección y producción. En estos tiempos es una satisfacción tremenda encontrar excelentes obras que son bien llevadas a las tablas.

Puestos a hablar de cine, que muchas veces es lo que tiene mayor llegada, la estrenaron por primera vez en 1950, en blanco y negro, con José Ferrer como el poético protagonista; por cierto que obtuvo el Oscar a mejor actor por ese papel.



Pero confieso que en el cine, MI Cyrano será siempre el maravillos Gerard Depardieu, uno de mis actores favoritos, que desarrolló el personaje de un modo magistral.



No escribo más, porque me gana la nostalgia, pero si tienen la oportunidad de ver esta preciosa obra, no la desperdicien, sea admirando el arte sobre las tablas, o en la comodidad de casa frente a la pantalla de televisión. Aquí uno de sus versos más hermosos.

El alma que ama y revelarlo no osa,

con la razón se encubre pudorosa.

Me atrae un astro que en el cielo brilla;

mido su altura, en mi ruindad reparo

y, por miedo al ridículo, me paro

a coger una humilde florecilla...

19 octubre 2010

DÍA MUNDIAL DE LA LUCHA CONTRA EL CÁNCER DE MAMA


Hoy es un día importante desde donde se mire, porque es el Día mundial de la lucha contra el cáncer de mama.

El cáncer es una enfermedad tan terrible, que acarrea tanto dolor, que resulta increíble saber que una persona puede tener hasta 15 AÑOS para detectarla, y aún así sea de las causas de mortalidad más altas del mundo. A veces somos dejados, nos gana el miedo, porque es así, no queremos saber las cosas malas, a veces creemos que resulta más fácil no ponerle nombre a las enfermedades, pero debemos darnos cuenta de que sólo retrasamos lo inevitable, y que en nuestras manos está el seguir, porque todos deseamos vivir, tener muchos años más para estar con los nuestros, evitarles la pena de ya no tenernos a su lado, y siempre habrán sueños y deseos por cumplir.

Así que el miedo y los recelos para atrás, seamos mujeres u hombres, que la enfermedad no discrimina. Soy mala haciendo resúmenes claros y concisos, así que me tomo la libertad de pasarles el link a esta excelente entrada de Bijoux Roos, donde nos muestra paso a paso cómo podemos hacer correctos y sencillos exámenes en casa.

Vamos a escuchar a las fenomenales Barbra y Judy, con esta genial canción que los chicos de Glee, serie que veo, han vuelto a la palestra. Tan divina es la letra como las voces de estas dos damas. Para ustedes, amigas y amigos, para levantar el ánimo, y decidirnos a ir por nuestros Días Felices.



18 octubre 2010

FRODO EL CUMBIAMBERO

Fiesta en la comarca

Leí una noticia el otro día en el diario, y me hizo reír tanto que me puso de muy buen humor, lo que siempre se agradece en tiempos complicados, con tanta cosa mala de la que se entera una. Me pareció buena idea compartirla para empezar la semana con algo gracioso.

Resulta que Elijah Wood (a.k.a.) "Frodo", ha declarado que le encanta la cumbia peruana, más que nada la psicodélica, y aunque no sabía que teníamos de esa, pues sugongo que se refiera a la fusión de la música de la selva con la criolla, o sea, limeña.

No soy muy fan de este género, pero es cierto que te hace mover los pies, y si los tienes peludos, todavía los moverás más, seguro. Me he acordado de esta canción tan buena, que siempre tocan en las fiestas últimamente, porque tiene buen ritmo, y ha sido ver a Frodo bailando en plena juerga con la Comarca, por eso puse uno de mis gifs favoritos, que seguro Elijah se las arregló para poner allí alguna cumbia. Es que fue leer el artículo e imaginármelo dando brincos y con el anillo al cuello. Y a ver si Sauron se unía y todo el viaje al Monte del Destino no hubiera sido necesario. Sólo faltaban los elfos y la fiesta estaba completa, aunque resulta difícil imaginarse a alguien como Elrond en esos trotes, pero nada es imposible.

Y dejo también el video de la canción para completar la idea.

15 octubre 2010

MES MORADO EN LIMA


No sé si habrán oído mencionar alguna vez la historia de El Señor de los Milagros, el ícono religioso más querido por la comunidad católica en Lima.

No soy una persona del tipo religiosa convencional, digamos, pero sí soy creyente, y aunque normalmente vivo mi fe de un modo muy personal, esta historia siempre me ha conmovido.

Cuentan los cronistas que a mediados del siglo XVII, en la Lima Virreynal, cuando existía aún la esclavitud, en uno de los asentamientos más pobres de la ciudad, donde vivían los esclavos que llegaban de África ocurrió un hecho extraordinario. Se dice que uno de ellos, de origen angoleño, pintó al Cristo crucificado en una frágil pared hecha de barro y paja, lo que nosotros llamamos "adobe". En un inicio, sólo los residentes de la zona se acercaban a rezar al lugar, pero el 13 de Noviembre de 1655 se produjo un terrible terremoto en Lima, que dejó la ciudad en escombros. Sin embargo, para sorpresa general, el muro y la imagen quedaron intactas.

En tiempos difíciles, la fe despierta hasta en las personas menos creyentes, así que muchos residentes de la ciudad se volcaron a este lugar para visitar la imagen. Esto no le gustó nada al Virrey de la época, que no entendía tanta adoración en un lugar tan humilde, y hasta creyó que esto llevaría a los esclavos a la rebelión, por lo que mandó destruir la imagen. Aqui ya hay muchos mitos, y no se sabe qué tanto  haya de cierto en hechos, pero conociendo a las autoridades de la época, si no lograron su propósito, fue porque algo más poderoso que ellos no se lo permitió. Se dice que cada pintor o soldado que era enviado a pintar sobre el muro, daba muestras de un terror profundo, o manifestaban que habían visto "algo". Qué era ese algo, pues en gran medida queda en el misterio. Aún así, el Virrey no se quedó tranquilo y siguió con su empecinamiento de querer destruir la imagen, pero la naturaleza le salió al paso, porque el 6 de octubre de 1687 un maremoto azotó Lima, y nuevamente se llevó buena parte de la ciudad, incluida la capilla que se había construido para la imagen del Señor, pero el muro no sufrió daño alguno. A la iglesia y las autoridades no les quedó otra que doblar la mano y consagrar su culto.



Mientras se reconstruía la capilla para la imagen, se hizo una copia al óleo para llevarla en procesión por las calles de Lima, pidiendo al Cristo Moreno, como también se le conoce, que apaciguara la ira de la naturaleza.

Las procesiones que parten del Convento de Las Nazarenas (en donde se guarda la imagen) se desplazan por diversos lugares, durando varios días de octubre, hasta retornar a su punto de partida.

Personas de todo el país, de distintos lugares del mundo, vienen a la Procesión, a compartir su fe, y todas las tradiciones relacionadas con el "Mes Morado", como le llamamos, ya que es normal ver desde niños pequeños hasta adultos mayores vestidos con el hábito del Señor de los Milagros, muchas veces por una gracia concedida, como es el caso de mi mamama, que prometió vestir el hábito cada mes de Octubre por haber superado una difícil enfermedad. Devotos orgullosos cargan el anda de casi dos toneladas por las calles de Lima, acompañados por sahumadoras, cantoras, y es realmente conmovedor ser testigo de esta muestra de fe.



Tenemos también la costumbre de comer turrón de Doña Pepa, un postre limeño muy tradicional, que también tiene su historia. Una esclava, llamada doña Josefa, a quien le decían también doña Pepa, sufría de una enfermedad muy dolorosa, y un día, al asistir a la Procesión, tras pedir un milagro, se curó, y la noche siguiente, tuvo un sueño, donde se vio a sí misma preparando este delicioso dulce. Tan pronto como despertó, siguió la receta soñada, y desde entonces, este postre se ha convertido en uno de los más típicos del mes.



En fin, que mitos hay muchos, y seguro en todas partes del mundo deben de haber miles de historias similares, pero quería compartir esta en particular con ustedes, para que sepan un poco más de mi tierra, quienes no la conocen.

Que tengan un lindo fin de semana.

13 octubre 2010

FIESTA VIRTUAL: A TRABAJAR EN LOS PENDIENTES



Marcela, del blog Colorin Colorado, que siempre tiene ideas fenomenales, nos ha invitado a participar en una nueva Fiesta Virtual para ocuparnos de aquellas cosas que siempre por un motivo u otro dejamos pendiente, no importa de qué se trate; terminar algún proyecto para quienes se encargan de hacer manualidades y esas cosas tan lindas, cambiar algo en casa, ver esa película que hace tiempo te llama pero no encuentras tiempo para hacerlo, en fin, lo que pase por tu cabeza; que sea algo así como un deseo que al hacerse realidad gracias a tu propio impulso y a los ánimos que nos iremos dando, te hará muy feliz.

Tenemos hasta el 31 de Octubre para concretarlo, y seguro que se puede, así que pásate por el blog, anótate, y vas a ver como te al final quedarás más que satisfecho con lo conseguido.

Mi proyecto, o lo que hace mucho tiempo deseaba hacer, es bastante sencillo, pero me he pasado años aplazándolo, así que con este empujón me he puesto las baterías, como decimos por acá, y ya estoy encaminada; me va a tomar algo más que de aquí a la fecha señalada, pero seguro que para entonces ya puedo dar muestras de lo que he ido haciendo *cruza dedos*

Corre a anotarte, no hay pierde.




10 octubre 2010

MEME DE LOS COLORES: JUGUEMOS CON EL NEGRO


Para aligerarse un poco y alistarnos para empezar bien la semana, un  juego muy divertido que me pasaron por el Livejournal. Respondes a la entrada de la persona que hace el juego, y ella o él, te asignará un color. Con este en mente, debes postear diez cosas relacionadas al color en cuestión que te gusten. En su momento, me fue asignado el negro y aquí las imagenes en las que puedo pensar; debí limitarme mucho, porque hay tantas cosas negras que me agradan, pero allí vamos.

1. No sé nada de coches, con que anden me doy por bien pagada, y si se me aparece el auto último modelo y el más bello del mundo, seguro que no lo sabré apreciar, pero soy fan de Supernatural, ¿bueno? Así que no moriré tranquila hasta subirme a un Chevrolet Impala del '67; y si los Winchester me acompañan en el paseíto sería aún más feliz.




2. Como amante del chocolate que se respete, estuvo difícil escoger sólo algo, pensé en poner una barra, pero esta torta Selva Negra me mata, es mi favorita desde que tengo memoria, sólo de verla se me hace agua la boca; pero nunca he conseguido que me salga tan bonita.
 
 
 
3. Una de mis series más queridas, Firefly, con su pareja insignia. ¿No es precioso el cabello de Inara? No sé cómo pudo cortarlo para V, pero igual le queda lindo; siempre he querido tenerlo así. 
 
 
 
4. Mi película favorita de todos los tiempos, con dos de los mejores actores en los que puedo pensar. Como la filmaron en blanco y negro, no tuve que buscar alguna foto en especial, sólo los muestro en su total magnificencia. 
 
 


5. Aquí no se ve el cielo estrellado así nada más, pero al Sur de la ciudad, con un poco de suerte y un buen telescopio, se puede disfrutar de esta belleza.
 
 
 
6. Este libro me puso los pelos de punta, y la versión cinematográfica también; era muy grande Poe, porque este hombre si que sabía llegar al alma de las personas, y jugar con sus mentes. 
 
 
 
7. Casi siempre escribo en un cuaderno cuando estoy fuera de casa, pero se me hace más linda la idea de hacerlo con tinta y pluma sobre un pergamino; esa es la romántica hablando.
 
 


8. MI banda, Within Temptation. Este grupo es mi favorito, casi siempre escribo con sus canciones de fondo y me ayuda muchisimo; espero verlos algún día en vivo. No se espanten por la pinta, que su música es bellísima, mucho más romántica de lo que uno pensaría.
 
 
 
9. Por supuesto que Harry Potter tiene que estar por acá, y como no me decidía entre las túnicas u otra cosa, mejor dejo esta foto del Ejército de Dumbledore con el respectivo uniforme.
 
 



10. ¿Pensaron que me iba a ir sin ponerlo a él? No, imposible, si lo iba a dejar en todas las fotos. Se ve lindo de traje, pero esta llamó más mi atención, ¿porqué habrá sido? Por cierto que el señor Jackman está de cumpleaños estos días.
 


Y ya está, listo y hecho; cuántas cosas negras son tan importantes para mí. Si quieren hacerlo, sólo dejen un comentario y yo les asigno color, a ver qué se les ocurre, así sabremos un poco más todavía de nosotros. Feliz semana.

07 octubre 2010

MARIO VARGAS LLOSA: PREMIO NOBEL 2010



De más está decir que desde el momento en que me enteré estoy saltando como un conejo. No se trata sólo de que es un autor de mi tierra, sino que además disfruto mucho su obra, y su filosofía de ver la vida; es gracias a alguna cita que leí en su momento que me hice a la idea de que escribir es amor por la literatura, pero sobre todo disciplina, algo que intento aplicar en la vida diaria.

Me gustan todos sus libros, no podría escoger uno, tal vez "La Casa Verde" o "Travesuras de la niña mala"; aunque esta última la terminé hace poco, así que estoy influenciada.

Ahora mismo les cuento que estoy con la máquina muerta, y deberé dejarla para que la arreglen, y con lo mal que me llevo con el Internet móvil, no puedo estar por aquí tanto como me gustaría, pero con suerte estará arreglado para el fin de semana; a cruzar dedos.

No podía dejar de hacer este post para expresar mi inmensa felicidad por el premio a Vargas Llosa, me conmovió tanto que aún no me lo creo. Es más que merecido, y eso es aún mejor. ¿Alguna obra suya que te guste en especial?

Me tendrán pronto por aqui, besos, que vaya todo bien.

05 octubre 2010

EL JUEGO DEL RELATO - SEGUNDA EDICIÓN



Dando un paseo por blogs amigos, me he encontrado con esta iniciativa de Ana, de la que me acabo de enterar, pero no he podido resistirme a participar. Allí dejo las reglas, el avance del relato, y mi aporte, que está al final.

Las Reglas (copiadas a Ana):

Yo comienzo en mi blog un relato con las primeras 6 líneas (aproximadamente). El primero que pase por aquí y le apetezca seguir el relato tendrá que decirlo en uncomentario para que todos lo sepamos (con la dirección de su blog) y copiar mis 6 líneaspara hacer un post con ellas y añadir 6 líneas (aprox.) más a su invención que tengan que ver con lo anterior. El único requisito es que diga de qué blog ha cogido el texto anterior y que explique el juego. De la misma manera otra persona tomará esas 12 líneas que se llevará a su blog y tendrá que cumplir los mismos requisitos. Así sucesivamente hasta 20 personas, es decir, el número 20 es el que termina el relato. Cuando se acabe recopilaré todo el relato y lo expondré aquí hablando de todos los participantes, así nos conoceremos todos un poco más y seguro que descubrimos nuevos blogs. Además crearemos un relato divertido hecho por 20 personas diferentes.
Eso sí, por favor, que queden claras y distinguidas las partes del relato (si queréis cada uno que le ponga un color distinto) para saber cuándo llegamos al número 20. (si es que llegamos...)

El Relato (el último parrafo es el mio):

Se había despedido de él con una sonrisa de quinceañera en los labios, el corazón latiendo con fuerza, los ojos brillantes, y una sensación de paz que no se correspondía con la tarea que tenía que haber realizado. Mientras se alejaba de aquella casa, las imágenes de la noche que acababan de pasar juntos le venían como destellos a la mente. Todos los movimientos, los susurros, las caricias, las risas, todo había sido fascinante, no lo esperaba, no eran los sentimientos que debía llevarse de aquel encuentro. Golpeó en el suelo con su bota para borrar las imágenes y logró recordarse que a ella la pagaban por matar. La próxima cita era dentro de tres días, esta vez no podía dejarse llevar, tenía una misión que realizar. Ana

Se odiaba por no haberlo hecho. Por haberse dejado seducir y no estaba dispuesta a que volviera a ocurrir. Se quedó toda la noche en blanco pensando lo que tenía que hacer y cómo lo iba a hacer. Tragó saliva, saco el arma, la abrió, miró el cargador.. estaba vacío, lanzó un disparo al espejo donde se estaba reflejando... “te odio” se dijo a si misma.... “te odio”.. “lo has complicado todo. Ahora tienes que solucionarlo..."... Guardó el arma en el cajón de la mesilla, se tumbó en la cama e intento dormir. El tiempo se acaba.... Un continuo tic, tac retumbaba en su cabeza... Alma Máter

Debia completar su mision. Su entrenamiento deberia ayudarla a quitar de su mente y su corazon aquella noche y cumplir lo encomendado. Ya han pasado tres dias de aquello y aun tiembla al recordarlo. De todos modos, aquello seria una relacion imposible de continuar, su estilo de vida, su trabajo no se lo permitiria. Preparo el arma y la escondio en su espalda, recogio el cabello en una coleta y se disponia a salir a hacer su trabajo, cuando escucha pasos y de pronto la puerta se abre violentamente... Cheli

Sus ojos están a punto de salirse de las órbitas cuando ve aparecer en el umbral de la puerta al hombre que ha de matar. No necesita pensar qué hacer. En un movimiento fugaz, su mano empuña el revólver, apuntando a la cabeza del que ha de convertirse en su víctima. Su muerte será un paso más hacia su liberación, hacia la posibilidad de tener una vida normal algún día.
El hombre tarda unos segundos en reaccionar. Su mirada pasa del oscuro ojo del cañón del arma a los fríos ojos de ella, preguntándose si no se ha vuelto loco. Con la mano se coge el costado, bajo la chaqueta.
-¿Carla? -dice con voz inexpresiva, llena de incomprensión.
Ella no reacciona ante el nombre, no es el suyo, ni siquiera el que perdió hace ahora tanto tiempo, en otra vida y otro lugar.
El hombre cae al suelo antes incluso de que apriete el gatillo. La contempla con ojos vidriosos que ya no pueden verla. La chaqueta se abre, y queda al descubierto una gran mancha de sangre, contrastando con la blancura de su camisa. Ella mira el arma, fría en sus manos. No es ella la que le ha producido aquella herida. Anto

Miles de veces había pensado en que llegaría este momento. El momento del arrepentimiento. Le habían enseñado y había aprendido con sangre, sudor y lágrimas que debía ser dura: "no sentir, no sentir, no sentir", ese era su tantra de los últimos 3 años. Pero, una vez más, el destino quiso que se mezclaran sentimientos con trabajo. Otra vez se dio cuenta que se volvían a mezclar el escalofrío del amor con el escalofrío de tener la sangre fría para apretar el gatillo. Pero esta vez no ha sido ella. Y eso aún la confunde más.
Recoge al hombre con todas sus fuerzas, y se prepara para cargar con él en el ascensor, meterlo en el coche y buscar una explicación a las últimas doce horas. Cactus Girl

Ha llegado al garaje del edificio y a pesar de que hace una noche fría, nota como el sudor empapa su ropa.
Le cuesta introducir el cadaver en el maletero. Con las manos sudorosas, retira el flequillo de su cara. Abre el coche y tira la pistola en el asiento trasero.
Enciende el motor e intenta salir del garaje despacio pero sin pausa, no quiere llamar la atención. Un coche entra e intenta cubrir su rostro con la mano. La luz de sus focos la iluminan.
Una vez en la calle, no sabe a donde ir, que dirección tomar. No tenía un plan B. No contaba con una situación así.
Los rayos de la luna apenas iluminan. La lluvia ha empezado a caer suavemente.
- Bien -se oye decir a sí misma- si yo no he sido............... ¿quién ha sido?
No me habían dado plazo para hacerlo, pero se ve que tenían ganas de narices de quitarselo de encima. Aunque................. eso ................. significa que me estaban controlando..............
No entiendo nada. No...................... puñetasssssssssssss ¿dónde va ese loco? Es que ¿no ha visto el semáforo en rojo? Seguro que va ciego.
Piensa en la última noche que pasó con el individuo. No estaba bien mezclar trabajo con sentimientos. No, no lo está -se dijo-
Pero aún así, lo iba a hacer. Si, lo iba a hacer. Haría ese último trabajo. Él sería un recuerdo, un recuerdo que le trajo otro recuerdo de un pasado ya tan lejano que pensó que estaba olvidado así como el dolor que la dejó.
Uffff ¿A dónde voy? ¿Qué voy a hacer con el cadaver? ¿Por qué me lo he tenido que llevar si yo no he disparado?
Mira su reloj. Son las cuatro de la mañana. Algo tengo que hacer. Tendré que llamar a Don......... X por telefóno y decirle lo que ha pasado. Bardinda.

Busco nerviosa en su bolso, el móvil tenía que estar en el. Se maldijo por llevar tantas cosas, después de revolver una y otra vez optó por vaciar el contenido del mismo en el asiento de al lado. No estaba el móvil, se mesó nerviosa la melena ¿Donde lo había dejado? Intento poner orden en la secuencia de los hechos, todo sucedía demasiado deprisa y no se sentía capaz de recordar con precisión.
Vio una letrero de neón azul, se trababa de un bar y estaba abierto, detuvo el coche frente a la puerta y se dirigió hacía el con la idea de tomar un café que la despejase y al tiempo ganar un poco de tiempo para pensar.
El local disponía de varias mesitas estilo Thonet con sillas a juego este detalle la hizo sentir cómoda al mismo tiempo que se preguntaba que ante semejantes circunstancias pudiese reparar en este detalle, sin embargo se sentía más liviana por ello, se sentó en una de ellas, miró a su alrededor y vio a dos parroquianos sentados en la barra que charlaban animadamente entre ellos y con el camarero, no habían reparado en su presencia. Se trataba de dos chicos jóvenes y por la conversación parecían estudiantes que salían de una biblioteca cercana donde habían estado estudiando para los parciales del trimestre, sonaba una balada de Carole King, It’s too late, sonrío con ironía, sin duda era demasiado tarde.
El camarero se acercó a ella y preguntó que quería tomar.
-Un café solo por favor- respondió ella.
Le gustaba aquel lugar y aspiró el aroma del café, no quería pensar en el contenido del su maletero, no podía. Wendy


Se llevó lentamente la taza de café a los labios sin apartar la mirada de aquél camarero; le resultaba familiar. Bruscamente, soltó la taza cuando apenas se había mojado los labios. El camarero esquivó su mirada, y caminó hacia la cocina en un intento de disimular. Parecía proclamar a los cuatro vientos sus pensamientos: "La muerte de tu enemigo es el camino más corto hacia la gloria". Casi de un salto llegó al aseo. Abrió la puerta del baño de señoras y entró. Encendió la luz y, tras unos segundos, tiró de la cadena del water. Después, pausadamente, manejó el picaporte con maestría, haciendo el mismo ruido que hace un gato cuando camina por la hierba acechando a su presa. Se introdujo en el aseo de caballeros y observó la estancia. La ventana podía ser un hueco perfecto para la huida, no quería ser la siguiente víctima. Esperó un rato hasta que notó cierto nerviosismo al otro lado de la puerta, en el bar. Si la buscaban directamente en el aseo de señoras, le daba tiempo a huir, pero tenía un riesgo del cincuenta por ciento de ser atrapada... aunque quizá el hueco de la ventana fuese suficiente.Manolo García

Ante la imposibilidad de salir de aquel cuarto de baño que cada vez la ahogaba mas, no pudo evitar un flash de su memoria, las imágenes recorrían su mente a velocidades inimaginables, nombres: cientos de nombres, miles de nombres la llamaban con letras que no coincidían al suyo, ¿ Cuantas juanas y marias habían sido sus homónimos por un leve transcurso de tiempo?, y entonces de nuevo las imágenes de cuando empezó todo: del primero que murió por su causa, del pobre diablo que se suicido por su amor y que sin quererlo marcó el resto de su vida ASESINA le gritaba la madre del chico cada vez que la veía pasar, ASESINA le gritaban compañeros de clase, y ella: joven e influenciable decidió que lo seria, que ya estaba bien de llorar por una muerte que no causó, que desde ahora no lloraría en absoluto por las que si provocaría. Un movimiento de flequillo, un cristal roto y un exceso de silencio la trajeron de nuevo a la realidad, al bar, al camarero y al cuarto de baño... Angie

Lo que estaba claro es que quedarse ahí no era seguro. Sabía que algún día se toparía de frente con su pasado, pero no esperaba que fuese tan pronto, y mucho menos en un momento tan inoportuno con un cadáver en el coche...
Al camarero lo conoció en su vida anterior, cuando todavía no se llamaba Carla, cuando todo se le complicó.
Sabía que de un momento a otro empezarían a sonar sirenas de policía, y que para entonces ya sería demasiado tarde, así que abrió la ventana, y aunque con cierta dificultad, logró salir.
Fue entonces cuando vio a un grupo de adolescentes borrachos intentando abrirle el maletero. ¿Pero es que van a venirme todos los problemas seguidos? ¡Primero el móvil, luego el camarero, y ahora estos chavales! ¡Como lo abran si que estoy acabada!
-¡Maldita sea! ¿No os han enseñado educación en vuestra casa? Irune

Desesperada, saca el arma y los apunta con ella, disfrutando por una milésima de segundo su expresión aterrada. Hace señas inncesarias para que se alejen del coche, porque ellos ya han empezado a correr en dirección contraria, internándose en la oscuridad.
Miró tras ella, y sus ojos se encontraron por un momento con los del camarero, que había salido a la puerta, el que la conoció cuando aún llevaba la piel intacta, y no en jirones, como ahora. Le pidió con la mirada que no dijera nada, que si guardaba algún recuerdo bueno de ella, que callara. No estaba segura de si le haría caso, y no tenía tiempo para quedarse a averiguarlo, las sirenas se oían ya, y tenía aún mucho que descubrir.
Subió al coche y arrancó a toda velocidad, recitando entre dientes el número de la única persona en el mundo en quien aún podía confiar, y que estaba segura, le ayudaría a salir de ese embrollo.
Una vez que se encontró lo bastante lejos del lugar, segura de que no la seguían, aparcó el coche junto a una caseta telefónica, y rebuscando en sus bolsillos encontró un par de monedas. Sin pensarlo, marcó los dígitos, y su respiración se agitó aún más al reconocer la voz al otro lado.

04 octubre 2010

BELÉN

De vuelta a la rutina, luego de los movidos días de elecciones, agradezco sus buenos deseos, y me he dado un tiempo para visitar sus preciosos blogs. Me encuentro cada que leo sus entradas con muestras de su arte, ya sea en artesanías, gusto por las letras, el cine, teatro, de todo, y me siento afortunada de aprender tantas cosas, y lo que no se puede aprender porque no tengo las aptitudes para ello, pues me permito apreciar y adrmirar, porque se encuentra una con cosas increíbles. Si algo me gusta, además de la cocina, como ya les he contado, es el escribir, si bien es más un hobby que otra cosa. Usualmente no subo originales, porque la timidez me gana, pero pensando en la generosidad con la que ustedes comparten su talento, pues me animé a subir algo que escribí hace un tiempo. Es una historia corta y algo triste, pero con mucho de realidad; espero que les guste. Muchos besos, y que tengan una feliz semana.



El 10 de diciembre murió Belén. Tenía siete años, era dulce, delicada, y extraordinariamente melancólica para una niña de su edad. Recuerdo que en cada recreo se sentaba sola, bien acurrucada a los pilares del rincón del patio en el colegio al que íbamos. Con el refrigerio en las piernas, mientras masticaba una manzana, nos veía jugar. Comía muy lento ella, y no dejaba de mirarnos con sus enormes ojos negros, esos que reflejaban una tristeza que entonces no alcanzábamos a comprender. En realidad, creo que ni siquiera reparábamos en ella.

Para nosotros era sólo una niña rara y callada, de esas que nunca faltan en todas las clases. No molestaba a nadie, al contrario. Si bien no participaba en nuestros juegos, siempre estaba dispuesta a pasarnos la pelota si se iba para su lado, darle la mano a alguno que se caía al saltar, y ese tipo de cosas que hace la gente como ella, nacida con tan buen corazón.

Belén era muy buena estudiante, tan buena como puedes serlo en segundo grado de primaria. Visto desde los años que tengo ahora, tal vez no parezca gran cosa, pero entonces, resultaba increíble que alguien pudiera resolver con tanta facilidad los problemas que a nosotros nos hacían casi llorar de frustración. Leía de corrido, con su vocecita suave, las manos sosteniendo amorosamente su libro, levantando la mirada en los momentos oportunos, y recibiendo con timidez la aprobación de la maestra.

A mediados de año, dejó de asistir a clases durante dos semanas. Nos dijeron que tenía varicela, y estaba descansando; cuando preguntamos si podíamos ir a visitarla, indicaron que no, porque podría contagiarnos. No le dimos demasiada importancia, ya que si bien se le extrañaba, la verdad es que al ser su presencia tan silenciosa, casi ni se notaba su ausencia. En todo caso, dábamos por hecho que volvería.

Y lo hizo, algo pálida y aún más delgada, pero parecía también mucho más animada que de costumbre. Sonreía con más frecuencia, hasta se reía, las primeras risas que le oímos en todo el año. Siguió sin participar en nuestros juegos, pero de alguna forma, fue como si se hubiera materializado esa presencia casi fantasmal que antes deambulaba entre nosotros.

En septiembre, por el Día de la Primavera, montamos “La Caperucita Roja”. Atolondrados como serán siempre todos los niños, y habiendo dejado la maestra en nuestras manos gran parte de la elaboración del montaje, creo que para darnos más responsabilidades e incentivar la autoestima, que según su juicio nos daría este encargo, lo hicimos todo al revés, como era de esperar.

Primero, dándole mil vueltas al cuento, escribimos el libreto tan bien como pudimos; decoramos el salón para que pareciera un bosque, lo cual no fue tan difícil, sólo trajimos todas las macetas que teníamos en casa e hicimos dibujos para completar la escenografía. Con todo eso resuelto, caímos en la cuenta de que nadie tenía idea de qué papel iba a interpretar. Con el lobo no hubo mayores problemas, escogimos al chico más alto del grupo, y le encargamos conseguirse cola y orejas.

A mí me seleccionaron para interpretar el papel de la abuelita. Para ello me hice de una bata de mi madre, un gorro para ducha, y mi mejor amiga, Dios la bendiga, le cortó cabellos a su abuelo para que asomaran algunas canas debajo del gorro. Aún hoy ignoro qué terribles consecuencias tuvo semejante atrevimiento

Escogimos al leñador, y a otros niños les tocó interpretar a algunos animalitos del bosque. Sólo faltaba el papel principal, y sí, escogimos a Belén. Su nueva actitud de niña más animosa y alegre la señalaba como la elección perfecta. Tenía un vestido de fiesta muy bonito, y su madre se comprometió a coserle una caperuza.

Ensayamos durante toda una semana, y estuvimos muy contentos durante el último ensayo. Al día siguiente, el de la presentación, llegamos muy temprano con nuestros padres, para terminar de montar el escenario con su ayuda, ponernos los disfraces, y repasar nuestras muy cortas líneas, que entonces parecían interminables.

Salvo algunos incidentes, como que no hubiera manera de que al lobo se le quedara la cola en su sitio, o el olvido de algunos diálogos, todo salió muy bien. Recibimos muchos aplausos, y parecía que acabáramos de montar “Los Miserables” en Broadway, tanta era nuestra emoción.

Belén fue la mejor. Entonces no había tantos medios para grabar como ahora, pero no hubo padre sin cámara en la mano. Aún así, sólo tengo que cerrar los ojos para recordarlo todo, especialmente a ella, adorable con su disfraz, parecía salida del cuento. Aún cuando se equivocó en un par de ocasiones, sonreía con tanta gracia que era como si no hubiera pasado nada, y seguía actuando. Estuvo perfecta, o eso me pareció, por eso no pude comprender porqué su madre lloraba tanto al verla. Se tapaba la cara con el pañuelo, secándose los ojos sin ninguna discreción, mientras observaba a su hija como hipnotizada. En ese momento, sentí un poquito de envidia porque mi madre sólo sonreía, y no parecía tan emocionada como ella. De nuevo, no comprendí.

La actuación fue un viernes. El lunes que estuvimos de vuelta en clase, empezamos a hablar hasta por los codos de lo bonito que había estado todo. Sólo cuando llegó la maestra a poner orden, y pasar la lista, reparamos en que Belén no había llegado.

Le preguntamos a la profesora por ella, pero dijo que no sabía el porqué de su falta, y que seguro su madre iría más tarde, o acompañándola al día siguiente para justificar su inasistencia, pero no fue así. Pasó toda la semana, y ella seguía sin regresar a clases. La maestra no decía nada, salvo que tenía un resfriado y su mamá quería que se quedara en casa hasta que estuviera bien. Algunos de nosotros le preguntamos si podríamos visitarla, pero nos dijo que lo mejor era esperar a que volviera, para no incomodarla en su casa.

Pasó el fin de semana, y Belén volvió el lunes. Se veía más pequeña y frágil de lo normal, pero su ánimo seguía tan bueno como el día de la obra; animosa y contenta. Noté que la maestra la trataba de una manera distinta. Siempre pendiente de lo que hacía, se le acercaba durante los recreos para conversar con ella, y casi no le hacía preguntas en clase, como antes acostumbraba.

Un par de semanas después, o tal vez tres, Belén se puso muy mal en medio de nuestra clase de lenguaje. Todos nos asustamos porque de pronto se paró del pupitre, y se veía tan pálida y con una expresión tal de dolor en el rostro, que no comprendíamos lo que pasaba. No sé porqué, ahora creo que fue sólo una casualidad, ya que me sentaba a su lado, pero clavó sus ojos en los míos, unos ojos que veo a veces en sueños. Parecía que estuviera implorando ayuda, pero yo me encontraba petrificada. Fue cosa de segundos, antes de que la profesora se acercara, y con prisas, se la llevara del salón para llevarla al baño, porque parecía que se iba a desmayar. Fue la última vez que alguno de nosotros la vio con vida.

Pasó todo noviembre y no sabíamos nada de ella. Una vez, reunida con dos amigas en casa, llamamos a la suya, pero contestó una de sus tías y con tono seco nos dijo que seguía enferma y no iba a regresar aún.

Cuando iba a terminar el mes, le pregunté a la maestra cómo iba a hacer Belén para pasar de año con todo lo que había faltado, si iba a tener que tomar clases durante las vacaciones para no repetir el grado.

Fue entonces cuando comprendí al fin que algo estaba muy mal. Ella se quedó callada, con los ojos llorosos, mirándome. Se calmó pronto, y con el pañuelo secó sus lágrimas, ordenándome que saliera del salón, porque mi madre debía de estar esperándome.

Ese día, estábamos haciendo el sorteo del Amigo Secreto para saber a quién le tocaba regalar algo el día de la clausura, la semana siguiente, como teníamos por costumbre. De pronto, entró la auxiliar para llamar a la maestra, porque la directora necesitaba hablar con ella, al menos eso es lo que alcancé a oír. Ambas salieron del salón, y nosotros nos quedamos de lo más contentos por esa súbita libertad momentánea. Hablamos a gritos, intentando averiguar quién le había tocado para regalar a quién en el sorteo, y dando ideas de qué nos gustaría recibir.

Unos minutos después, regresó la profesora. Fue curioso. Ella, que siempre debía levantar la voz para llamarnos al orden, no hizo más que entrar con su semblante demudado para que todos guardáramos inmediato silencio. Se acercó lentamente a su escritorio, se sentó con mucho cuidado, y no habló por un buen rato, hasta que el niño que había interpretado al leñador en la obra, le preguntó si estaba enferma. Entonces nos miró como si saliera de un sueño, y empezó a hablar.

Nos dijo que Belén no había asistido a clases porque desde principios de año se encontraba muy enferma, y que el último mes su salud había empeorado, hasta que muy temprano, esa mañana, había fallecido.

Creo que ninguno de nosotros lo entendió muy bien en ese momento, sólo recuerdo que varias de mis amigas empezaron a llorar luego, era como un coro de llanto, mientras los demás sólo nos mirábamos en silencio, intentando procesar esa información, que de alguna forma, nos parecía imposible.

En realidad, no tengo muy claro qué fue lo que ocurrió después. Mi memoria es nula respecto a qué le dije a mi madre cuando me fue a recoger, o si hablé del tema en casa. Lo que recuerdo muy claramente es que varios compañeros, junto a nuestros padres, fuimos al día siguiente a su velorio. No sé en qué pensaban, jamás debieron llevarnos aunque nosotros lo pidiéramos. Sólo sé que me vi de pronto en una fila frente a un féretro blanco, y allí, tras un vidrio, estaba mi amiga, pero no era ella, sino una muñeca de porcelana con una expresión plácida, pero falsa, totalmente distinta a la niña que veía en el colegio.

Me aparté asustada, y corrí con mi madre para preguntarle porqué le habían hecho eso, pero ella me hizo callar con un gesto, y señaló a la madre de Belén, que con uno de sus niños en brazos, lloraba, sentada en un sillón. Entonces tomó mi mano, y salimos de allí en silencio. No fuimos al entierro.

El día de la clausura del año escolar, cuando ya había terminado la ceremonia, y nos reunimos en nuestro salón para el intercambio de regalos, me sorprendió ver a todos tan tranquilos, como si nada hubiera pasado, como si no hubiera un pupitre vacío. Cada risa se me hacía tan extraña, tan fuera de este mundo. Sólo podía fijar mi mirada en ese asiento, e imaginar que Belén estaba allí, mirándome y sonriendo de esa manera tan suya, que era como si traspasara el alma, y te llegara al corazón.

Siempre estará en mi memoria, con su caperuza, correteando al lobo para que se pusiera de vuelta la cola, haciendo una reverencia al público de la obra, leyendo con su voz que arrullaba. Mi amiga Belén, que era un ángel en la tierra, que volvió a casa muy pronto.