24 octubre 2009

Súper naturalmente extraordinarios

Oda y homenaje para una de las mejores series de todos los tiempos. Y lo genial es que aún está en pantalla. Por favor, gente, de pie para aplaudir y lanzar hurras a esta maravilla.
Lo sé, lo sé, el fanatismo me corre por las venas, pero aún así no creo estar exagerando. Quien haya visto esta serie y no haya quedado deslumbrado por la trama o el carisma de sus protagonistas tiene un serio problema.
Recuerdo que cuando empezaron a anunciarla por Warner me causó mucha curiosidad porque me pareció interesante el planteamiento y también, valgan verdades, porque Jared y Jensen son guapísimos. Me dije que debía verla, al menos al principio para hacerme una opinión.
¿Cuánto ha pasado desde entonces? Cuatro o cinco años, no lo sé, cuando se trata de esto pierdo la noción del tiempo. De lo que si estoy segura y recuerdo vívidamente es que el primer capítulo fue como un golpe al estómago, de esos que te dejan sin aire, para empezar luego a alucinar con todo lo relacionado a ellos.
Porque no se trata de dos chicos guapos salvando damiselas en desgracia de monstruos patéticos o el clásico Apocalipsis del diablo con cuernos y cola.
Antes que los efectos especiales, las aventuras y todo lo que de por sí nos entregan, está la parte humana. Ese par de hombres a los que hemos visto pasar por todas las situaciones posibles, desde salvar al mundo mientras se dicen su vida, hasta llorar juntos por las pérdidas que a nosotros también nos hicieron buscar pañuelos. Esos capítulos en los que si tienes hermanos te daban ganas de agarrarlos a patadas o abrazarlos hasta asfixiarlos, y si no los tienes debes de haber renegado por ser hijo único. Ese episodio navideño que por poco y me pongo a tejerles un par de chalinas sólo porque era la única manera de canalizar el dolor, y no sé tejer.
Cierto que la serie puede haber tenido sus altibajos, que la cuarta temporada debe de haber hecho patalear a más de uno; yo, al menos he buscado como loca la dirección de Kripke para decirle un par de cosas. Y llegó la quinta, y ahora lo que quiero es ir y llenar de besos a ese idiota que parece disfrutar jugando con nuestros sentimientos.
No sé qué va a pasar ahora, no tengo ni idea y no estoy segura de querer saber, porque eso significaría que está por acabar y no sé qué haré entonces, sólo de pensarlo me da espanto.
Lo único de lo que estoy segura al cien por ciento es que pase lo que pase, Supernatural se ha ganado un lugar en mi corazón que nada podrá ocupar jamás. Porque estoy perdidamente enamorada de Dean Winchester y lo aceptaría a ojos cerrados con todo y sus tremendos defectos, el hombre es un héroe de los de verdad; porque aunque Sam me parece también encantador lo veo como un cuñado estupendo; porque quiero a Bobby Singer de tío, caminando o no; porque John Winchester es ese papá con el que una sueña y también me ha hecho odiarlo para luego adorarlo de nuevo; porque mi vida no estará completa hasta que me haya subido en un Chevrolet Impala del ’67 y no sé nada de autos; porque quiero juntarme con unos cazadores en el bar de las Harvelle mientras me cuentan sus aventuras; porque le tomé cariño a Ruby a pesar de ser una desgraciada y porque me iré al infierno por desear tanto a Castiel, una no debe ver a un ángel con esos ojos.
No hay lugar a conclusiones, porque sólo de pensar en esos términos hace que se me erisipele el cuerpo.
Si ven la serie me entenderán completamente, y si no, ¿Qué rayos esperan? Vayan corriendo por favor que tienen mucho que ver.
Los dejo un video fenomenal con imágenes de la primera temporada; si así empezaron imaginen cómo están ahora. Ah, y también me convirtieron en fan de Kansas y su “Carry on my wayward son”; se los debo todo chicos.


2 ♥ Comentarios

El Pantano de Fiona

comentou...

oh mis queridos chicos super naturals.......
nena tenes buen gusto,entre estos muchachotes y los dark hunters!!!1nada boba.
no la veo siempre,pero adoro que sean tan hermanos!!!1no?''
besos
fiona

9 de noviembre de 2009, 16:01
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Aglaia Callia

no comando :)

Tengo muchos defectos, Fiona, pero estoy segura de que el mal gusto no está entre ellos xD
Amo a los Winchester desde antes de que me enviciaras con los Dark Hunters y ahora no sé qué hacer con tanto hombre maravilloso.
Le hubiera escrito sólo una oda a Dean, pero creo que terminaba electrocutada, tan lindo, y Sam también es un cielo.
Ponte al día con la serie, que está muy buena.
Besos.

10 de noviembre de 2009, 8:15
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