Quiero dedicar esta entrada a todos y cada uno de ustedes, los que están allí, al otro lado de la pantalla, a mis buenos amigos, generosos y nobles como pocos, que me han demostrado en estos días una amistad inmensa que tal vez no merezco, pero por la que estoy muy, muy agradecida.
No tengo las palabras correctas para decirles cuánto valoro su preocupación, ánimo y consejos, salvo repetir mi agradecimiento y decirles que me siento muy afortunada de contar con ustedes.
Muy, muy pronto haré entradas para compartir, como siempre, ideas, cosas que pasan, la historia que tengo en espera y que desde luego terminaré de subir, y muchas cosas más que tengo pendientes y deseo contarles. Por ahora, les dejo todo mi cariño y unos versos de Fray Alejandro R. Ferreirós que sí sabía cómo poner en palabras lo que significa un verdadero Amigo.
Hoy le canto
a Dios agradecido
porque alumbró el camino de mi vida
con su presencia cálida y querida
en el amor cercano de un amigo.
Bálsamo de sentirme comprendido
confidencia de ilusiones y secretos
una ayuda fiel en los aprietos
y el abrigo cándido y sentido.
La palabra justa y anhelada
si dudaba en los cruces de caminos
o como peregrino me cansaba...
La mano que, tendida, me apretaba
compartiendo esperanzas y destino
y en el peregrinar me acompañaba.
