Creo que la familia es lo más importante en el mundo, el motor que nos lleva a avanzar en el día a día. No existe una perfecta, cada persona es un mundo y cada familia un universo, tenemos nuestras manías, y aún así, somos amados. Por eso, ¿qué mejor que compartir estas fechas con ellos? Cierto que muchos de nosotros tendremos un lugar vacío este año, y habrá tristeza, mucha, pero aún esta, compartida, se vuelve más tenue, y llevadera. El tener a una persona amada a quien abrazar y decirle cuánto la queremos, es una bendición, el mejor regalo que se puede recibir en Navidad y por el que agradecer de todo corazón.
Entonces, primer reto cumplido, y lista para el siguiente.