Estaba pensando de qué hacer la entrada, y recordé este meme tan bonito que corrió hace un tiempo por el LJ. De por si, soy de carácter discreto, pero nunca viene mal compartir algunas cosillas de una misma, que si tienen la gentileza de pasar por aquí, justo es que sepan algo más de la anfitriona de este rincón, ¿verdad? La cosa es así:
Haz una lista de diez cosas acerca de ti
Escoge a diez personas para que hagan el meme (eso no lo haré, ando rebelde, quien lo desee, que lo haga, mientras más mejor)
Haz una lista de diez cosas acerca de ti
Escoge a diez personas para que hagan el meme (eso no lo haré, ando rebelde, quien lo desee, que lo haga, mientras más mejor)
1. Lo más lógico ahora, la tecnología me odia. En serio, lo que a muchas personas les llevas unos cuantos minutos hacer, a mi me puede tomar horas. Alguna vez le pregunté a mi profesor de computación si las máquinas podían sentir y él me dijo que no; obvio que en esa época no había salido Matrix, pero aún así, no es tan loca la idea, al menos en mí si que aplicaría.
2. Mi sentido del humor es tan intermitente como una bombilla a punto de quemarse. Puedo estar feliz y luego triste y luego molesta. Usualmente tengo mis motivos, pero no los comento, así que la gente que no me conoce bien puede creer soy un poco "extraña".
3. Puedo arreglar casi cualquier cosa en casa. Debe de ser porque mi madre viene de una familia casi integrada en su totalidad por mujeres que se acostumbraron a valerse por sí mismas la mayor parte del tiempo. Cambiar algo en el sistema de luz, desarmar aparatos eléctricos (acabo de arreglar el microondas), hacerle de carpintera, lo que sea, me divierte trabajar así con las manos porque supongo no puedo dibujar o hacer esas manualidades tan bonitas, estoy negada para eso.
4. Me encierro en mí misma como una tortuga en el caparazón. Ni siquiera mi familia sabe cómo manejarme en esos momentos, así que no me hacen mucho caso, esperan que pase la tormenta, pero nunca me la agarro con nadie, me parece injusto, prefiero quedarme sola en algún lugar tranquilo hasta que me sienta más tranquila.
5. Duermo siempre con el reproductor de música al lado, aunque no lo use por la noche cuando estoy en casa, pero si no puedo dormir siento que me acompaña, junto con un libro que siempre tengo por allí en la mesa de noche.
6. Odio, de verdad odio el diminutivo de mi nombre. Que lo acorten me encanta, pero que me llamen por el diminutivo no lo soporto. ¿Ironía? Casi todo el mundo lo hace y no hago nada. Es que he llegado a la conclusión de que lo hacen con cariño, claro, y me parece cruel corregirlos. Los que de verdad me conocen saben que no deben hacerlo; ellos juran que es porque las otras personas creen que soy muy tierna y me va el bendito diminutivo, no lo sé, lo tomo por el lado amable, ¿o acaso ellos no creen que soy tierna? Ya, tengo que sostener una charla con mis amigos.
7. Soy muy espiritual y creyente, si bien muy a mi manera y no acostumbro ir a misa a menos que sea al aire libre, las iglesias me oprimen, no me gustan.
8. Me llevo mejor con mis amigos varones que con las chicas, sólo tengo una mejor amiga adorable y varios amigos, algunos más cercanos que otros.
9. No tengo paciencia, llegué tarde a la repartición, supongo. Lo gracioso es que me encanta enseñar o ayudar a la gente, siempre y cuando pongan de su parte.
10. Soy muy leal con los míos, amigos y familia. Pero también puedo llevar el rencor al extremo; si me hacen algo es muy difícil que perdone así nada más, me cuesta muchísimo retomar la confianza en los demás. Es un defecto terrible que mi madre dice heredé de mi abuela.
Bueno, releyendo veo que de verdad soy muy extraña, no lo había notado tan claro antes. De cualquier modo creo que hay cosas peores, ¿no? He escrito mucho más de lo que tenía en mente, ya lo dejo.
2. Mi sentido del humor es tan intermitente como una bombilla a punto de quemarse. Puedo estar feliz y luego triste y luego molesta. Usualmente tengo mis motivos, pero no los comento, así que la gente que no me conoce bien puede creer soy un poco "extraña".
3. Puedo arreglar casi cualquier cosa en casa. Debe de ser porque mi madre viene de una familia casi integrada en su totalidad por mujeres que se acostumbraron a valerse por sí mismas la mayor parte del tiempo. Cambiar algo en el sistema de luz, desarmar aparatos eléctricos (acabo de arreglar el microondas), hacerle de carpintera, lo que sea, me divierte trabajar así con las manos porque supongo no puedo dibujar o hacer esas manualidades tan bonitas, estoy negada para eso.
4. Me encierro en mí misma como una tortuga en el caparazón. Ni siquiera mi familia sabe cómo manejarme en esos momentos, así que no me hacen mucho caso, esperan que pase la tormenta, pero nunca me la agarro con nadie, me parece injusto, prefiero quedarme sola en algún lugar tranquilo hasta que me sienta más tranquila.
5. Duermo siempre con el reproductor de música al lado, aunque no lo use por la noche cuando estoy en casa, pero si no puedo dormir siento que me acompaña, junto con un libro que siempre tengo por allí en la mesa de noche.
6. Odio, de verdad odio el diminutivo de mi nombre. Que lo acorten me encanta, pero que me llamen por el diminutivo no lo soporto. ¿Ironía? Casi todo el mundo lo hace y no hago nada. Es que he llegado a la conclusión de que lo hacen con cariño, claro, y me parece cruel corregirlos. Los que de verdad me conocen saben que no deben hacerlo; ellos juran que es porque las otras personas creen que soy muy tierna y me va el bendito diminutivo, no lo sé, lo tomo por el lado amable, ¿o acaso ellos no creen que soy tierna? Ya, tengo que sostener una charla con mis amigos.
7. Soy muy espiritual y creyente, si bien muy a mi manera y no acostumbro ir a misa a menos que sea al aire libre, las iglesias me oprimen, no me gustan.
8. Me llevo mejor con mis amigos varones que con las chicas, sólo tengo una mejor amiga adorable y varios amigos, algunos más cercanos que otros.
9. No tengo paciencia, llegué tarde a la repartición, supongo. Lo gracioso es que me encanta enseñar o ayudar a la gente, siempre y cuando pongan de su parte.
10. Soy muy leal con los míos, amigos y familia. Pero también puedo llevar el rencor al extremo; si me hacen algo es muy difícil que perdone así nada más, me cuesta muchísimo retomar la confianza en los demás. Es un defecto terrible que mi madre dice heredé de mi abuela.
Bueno, releyendo veo que de verdad soy muy extraña, no lo había notado tan claro antes. De cualquier modo creo que hay cosas peores, ¿no? He escrito mucho más de lo que tenía en mente, ya lo dejo.
Sólo, antes de irme, aviso de la fiesta virtual "Inspiración Azul" del Blog Colorín Colorado que pinta muy bien, y me tienen anotada desde ya.
