Me he tardado lo indecible en comentar esta serie, pero apenas estoy superando el shock del final de la segunda temporada.
Fringe es una serie de ciencia ficción, con mucho drama de por medio, producida por J.J. Abrams, sí, el de Lost. Él se ha llevado a algunos de sus colaboradores habituales para armar este show, y la verdad es que su mano se deja notar por todas partes.
La serie da inicio con un accidente de avión en extrañas circunstancias, cuya investigación recae en la agente del FBI Olivia Dunham. Según va descubriendo, una serie de fenómenos que van más allá de las explicaciones lógicas se suceden, por lo que no le queda más opción que recurrir a uno de los científicos más brillantes de los que se ha oído hablar. Este es un hombre que en su época de oro fue reclutado por el gobierno para realizar toda clase de experimentos, y se convirtió en una suerte de Dr. Frankenstein mezclado con Albert Einstein. Cuando Olivia lo busca, se da con la sorpresa de que ha pasado los últimos 17 años recluído en una institución mental, y el único modo de acceder a él, es por medio de su hijo, Peter, que guarda mucho rencor a su padre, y con razón, no quiere saber nada de él. La agente Dunham no tiene más salida que recurrir al chantaje para convencerlo de que le ayude, y es así como los tres forman un equipo especial para investigar no sólo el accidente de avión, sino todos los acontecimientos extraños que son conocidos por ciertas personas como "El Patrón".
A partir de allí todo será una tremenda vorágine de casos a cuál más extraño, todos relacionados entre sí, que tejen una red de conspiración, mentiras, y las sorpresas más impresionantes.
Tal vez la serie no sea precisamente Lost, pero definitivamente es buena y mucho. Desde un inicio parece una especie de nueva versión de X-Files. La diferencia es que aquí hay mucho drama, pero bien llevado, con toda la carga emocional de un hombre como Walter Bishop, extraordinario John Noble, que inspira una serie de sentimientos. Es un genio torturado, muy loco, valgan verdades, pero con un corazón inmenso, y resulta curioso que pese a todo lo que ha hecho en su vida, lo cual nos van mostrando poco a poco, no pueda odiársele, al contrario, es un personaje para querer y nada más. Algo similar ocurre con Peter, su hijo, que a pesar de tener motivos para odiar a su padre, le demuestra una paciencia y afecto sincero que enmascara con su acostumbrado sarcasmo. En cuanto a Olivia, ella es una pieza importante del trío, una mujer muy fuerte de carácter que tiene motivos personales para querer descubrir qué está pasando con "El Patrón", además de que poco a poco se va involucrando con los Bishop hasta llegar a formar parte de su extraña familia.
De por sí, puede no parece muy interesante, o nada de otro mundo. Lo que sí es seguro y no puedo comentarlo porque sería tremendo spoiler, que al menos a mitad de temporada y de allí en lo que se refiere a toda la segunda, capítulo a capítulo es un subidón de emociones y descubrimientos que la dejan a una con la boca abierta.
Resulta imposible no encariñarse con los personajes, o dejarse envolver por los misterios que se van develando a cuentagotas. La tercera temporada está confirmada, y sólo nos queda esperar para ver qué ocurre. Muy recomendable, si es que no la ven ya, y si la ven, bueno, ya saben de qué estoy hablando. Dejo el trailer.
Fringe es una serie de ciencia ficción, con mucho drama de por medio, producida por J.J. Abrams, sí, el de Lost. Él se ha llevado a algunos de sus colaboradores habituales para armar este show, y la verdad es que su mano se deja notar por todas partes.
La serie da inicio con un accidente de avión en extrañas circunstancias, cuya investigación recae en la agente del FBI Olivia Dunham. Según va descubriendo, una serie de fenómenos que van más allá de las explicaciones lógicas se suceden, por lo que no le queda más opción que recurrir a uno de los científicos más brillantes de los que se ha oído hablar. Este es un hombre que en su época de oro fue reclutado por el gobierno para realizar toda clase de experimentos, y se convirtió en una suerte de Dr. Frankenstein mezclado con Albert Einstein. Cuando Olivia lo busca, se da con la sorpresa de que ha pasado los últimos 17 años recluído en una institución mental, y el único modo de acceder a él, es por medio de su hijo, Peter, que guarda mucho rencor a su padre, y con razón, no quiere saber nada de él. La agente Dunham no tiene más salida que recurrir al chantaje para convencerlo de que le ayude, y es así como los tres forman un equipo especial para investigar no sólo el accidente de avión, sino todos los acontecimientos extraños que son conocidos por ciertas personas como "El Patrón".
A partir de allí todo será una tremenda vorágine de casos a cuál más extraño, todos relacionados entre sí, que tejen una red de conspiración, mentiras, y las sorpresas más impresionantes.
Tal vez la serie no sea precisamente Lost, pero definitivamente es buena y mucho. Desde un inicio parece una especie de nueva versión de X-Files. La diferencia es que aquí hay mucho drama, pero bien llevado, con toda la carga emocional de un hombre como Walter Bishop, extraordinario John Noble, que inspira una serie de sentimientos. Es un genio torturado, muy loco, valgan verdades, pero con un corazón inmenso, y resulta curioso que pese a todo lo que ha hecho en su vida, lo cual nos van mostrando poco a poco, no pueda odiársele, al contrario, es un personaje para querer y nada más. Algo similar ocurre con Peter, su hijo, que a pesar de tener motivos para odiar a su padre, le demuestra una paciencia y afecto sincero que enmascara con su acostumbrado sarcasmo. En cuanto a Olivia, ella es una pieza importante del trío, una mujer muy fuerte de carácter que tiene motivos personales para querer descubrir qué está pasando con "El Patrón", además de que poco a poco se va involucrando con los Bishop hasta llegar a formar parte de su extraña familia.
De por sí, puede no parece muy interesante, o nada de otro mundo. Lo que sí es seguro y no puedo comentarlo porque sería tremendo spoiler, que al menos a mitad de temporada y de allí en lo que se refiere a toda la segunda, capítulo a capítulo es un subidón de emociones y descubrimientos que la dejan a una con la boca abierta.
Resulta imposible no encariñarse con los personajes, o dejarse envolver por los misterios que se van develando a cuentagotas. La tercera temporada está confirmada, y sólo nos queda esperar para ver qué ocurre. Muy recomendable, si es que no la ven ya, y si la ven, bueno, ya saben de qué estoy hablando. Dejo el trailer.
