Hoy, 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer, y este es un pequeño homenaje para todas ustedes, mis amigas queridas, esas damas que se pasean por este rinconcito y que deben saber tienen todo mi cariño y respeto. Lo mínimo que se merecen son flores, y espero que hoy se den un momento para detenerse y oler alguna de esas que se puedan encontrar en el camino, piensen que son para ustedes, que fueron puestas para que las disfruten, como el símbolo de la delicadeza y belleza de todas y cada una de ustedes.
Anímense y engríanse; vayan por un pastel, ese que les gusta más, o un café, un té, lo que prefieran, festejen la inmensa bendición de pertenecer a un género que ha peleado mucho por salir adelante, sin olvidar la maravilla que está en el ser diferentes e iguales al mismo tiempo, un concepto complejo, sí, pero no imposible de entender y valorar.
Todas nosotras estamos llenas de colores, con mil matices distintos, sin temor a ensuciarnos las manos, y mucho menos si es para mostrar que podemos encontrar la belleza en todas partes.
Saquen todos esos pequeños recuerdos que atesoramos, que tenemos guardados por allí para rendir homenaje a las personas importantes en nuestra vida, y los hechos que nos convirtieron en las personas que somos hoy.
Y nunca, pero nunca, dejemos de creer en nosotras mismas. Jamás.
¿Regalos? Se aceptan, claro, pero prefiero mil veces ese saludo sincero y el abrazo cariñoso de la gente que nos quiere; no dudo que a ustedes les pase lo mismo.
Ir por ese vestido que hace mucho nos sonríe desde el escaparate, o si como yo, vas en plan de ahorro y no eres muy adepta a los trajes, pues todas tenemos un armario; se trata de la dicha de ser mujer, y lo más importante, ser feliz con las bendiciones que tenemos.
Siempre, por dura que se presente la vida, y difícil que sea el día a día, recuerden que el verla con ojos positivos está en nosotros. No, no, no es fácil, claro que no, pero si hacemos un esfuerzo por ver esas cosas buenas que nos salen al camino, podremos decir que somos de aquellas que "escogen ser felices". Después de todo, ¿no es más valioso levantarse con una sonrisa después de caer?
Si tienes una persona especial en tu vida que te ama, que te arranca esas risas tan valiosas y te hace feliz, que te acepta tal como eres, disfruten juntos este día; y si no, si aún estás esperando a esa persona que a veces parece no llegará nunca, no desesperes, ni te sientas mal por ello, no nos hace menos o más, ten por seguro que si aparece o lo encuentras, tendrán un amor de película.
Deja salir de vez en cuando a esa niña que vive en ti, la que alguna vez creyó en cuentos de hadas, la que sigue creyendo en los valles y el castillo mágico; esa niña es feliz, y por allí está, deja que te contagie su inocencia.
Pero sobre todo, sonríe. Hazlo primero por ti, aunque te tachen de loca por reírte sola, locos ellos que se pierden lo divertido de la vida, y como tienes buen corazón, compárte tu sonrisa, harás feliz a mucha gente.
Pues eso, muchos detalles sencillos que nos convierten en las mujeres que somos, lágrimas y momentos duros incluidos, que no he querido ponerlos porque ya son parte de la vida, ¿no? Hoy pensemos en lo bueno, vamos a sentirnos orgullosas de nosotras mismas, y por esta fecha tan importante, si no eres saludada, ve y saluda tú, comparte la maravilla de ser mujer con muchas otras que por un motivo u otro a veces lo dejan pasar. Si cada una de nosotras les recordamos lo bueno de ello, seremos más, y ese amor y felicidad regará el mundo, y ya sabemos que estos son sentimientos poderosos que no conocen de género ni hacen distinciones. Sé feliz, haz feliz, sí que se puede.
¡MUY FELIZ DÍA, MUJERES!
