Hace ya algún tiempo que leí este libro, y por un motivo u otro, olvidaba comentar acerca de él, y quería hacerlo porque me gustó mucho, aunque no sea mi favorito de Vargas Llosa.
La trama es simple, pero da para pensar muchísimo, con el estilo del escritor bien claro, y esas descripciones maravillosas a las que nos tiene acostumbrados.
Ricardo, un muchacho limeño de clase media, tiene como más grande anhelo, crecer e irse lo antes posible a París, la ciudad de sus sueños, para vivir allí. No es ambicioso, no espera encontrar riquezas, sólo trabajar y ser feliz. Pero siendo apenas un adolescente conoce a "la niña mala" y desde entonces, el mundo se le pone de cabeza. Este personaje lo marca desde que la conoce, y luego, a lo largo de la historia, entra y sale de su vida en los momentos más inesperados, y en los lugares impensados.
Vargas Llosa nos lleva de "paseo" desde la década del 50 en adelante, mostrándonos la vida del protagonista, primero en Lima, y luego la mayor parte del tiempo en París, con célebres periodos de paso en otras bellas ciudades como Londres, Tokio, Madrid, etc. Cada lugar es tan bien descrito que casi sentimos que estamos allí, aunque jamás hayamos puesto un pie en esas tierras.
Ricardo es la clase de personaje que tanto quieres abrazar, como deseas abofetear, porque al ver cómo es sistemáticamente maltratado y manipulado por la "niña mala", deseas darle una buena sacudida para que reaccione y se aparte de esa mujer que no hace más que humillarlo. Pero él lo sabe, y lo acepta sin quejas, como si fuera lo más lógico, porque siente un amor que va más allá de toda lógica. Y ella, bueno, con lo que he comentado, sobra decir que no es un personaje al que se pueda querer; resulta más bien despreciable y ruin, una mujer que no tiene problemas en pisotear a quien sea, aún al hombre más noble, que la ha seguido por mar y tierra, con tal de conseguir lo que desea.
Toda la historia entre ellos es así, llena de desengaños, mentiras, traición, en fin, que no es lo que se llamaría una novela feliz, pero sí hermosa, como para reflexionar y sentir mucho, porque uno no puede quedar insensible a nada de lo que va ocurriendo.
No sé en dónde leí que en parte, la "niña mala" es una metáfora para el amor. Doloroso, cruel, traicionero, necesario, algo que todos pasamos en nuestra vida de alguna u otra manera, y que puede dejar distintas emociones en cada uno, pero no indiferencia.
Obviamente, súper recomendable, así que si no lo han leído, dénle una mirada, prometo que no se arrepentirán.